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Continúa el paro aceitero con miles de camiones varados: “Las empresas se niegan a negociar”

La medida de fuerza, iniciada por los trabajadores aceiteros tras la falta de una propuesta salarial adecuada, paralizó las principales plantas productoras y puertos de exportación, dejando a más de 10 mil camiones varados en las rutas. Desde los trabajadores acusan a los empresarios de no querer sentarse a negociar los salarios

El paro nacional de los trabajadores aceiteros, convocado por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (FTCIODyARA), continuó este miércoles con un fuerte acatamiento y un impacto significativo en la economía. La medida de fuerza, que surgió tras la negativa de las cámaras empresarias a presentar una oferta de aumento salarial acorde a las necesidades de los trabajadores, dejó a más de 10 mil camiones varados en las rutas y provocó un estancamiento en las operaciones de los principales puertos de exportación.

Martín Morales, secretario gremial de Aceiteros San Lorenzo, explicó en La Marca de la Almohada que la huelga comenzó después de tres semanas de reuniones sin avances significativos en las negociaciones salariales. “Continuamos con la medida que se inició el martes a la mañana, en el marco de una negociación paritaria que tras varias reuniones no llegamos a ponernos de acuerdo. Tampoco recibimos comunicación por parte de las empresas para poder destrabar el conflicto,” indicó Morales, subrayando la falta de voluntad de las empresas para alcanzar un acuerdo.

Morales también criticó la postura del presidente de la Cámara de Aceiteros, quien, según el gremialista, tergiversó los hechos al afirmar en medios de comunicación que los trabajadores no querían sentarse a negociar. “El presidente de la Cámara de Aceiteros se paseó por los medios afirmando que somos los trabajadores los que no queremos sentarnos a negociar. Cuestión que es falsa, porque estamos en los portones a pocos metros de la sede gremial de la fábrica y notamos que hay una clara negativa de las empresas para no sentarse a acordar”, expresó Morales.

El reclamo inicial de los trabajadores fue por una recomposición salarial del 25%, sin embargo, las empresas ofrecieron un máximo del 10%, repartido en varios meses, lo cual fue rechazado por los trabajadores. “Nuestro reclamo inicial fue de una recomposición del 25%, del cual siempre estuvimos muy lejos. Nos han ofrecido un máximo en 10% repartido en varios meses, cosa que no se puede aceptar,” afirmó Morales, quien destacó que la riqueza generada por las empresas justifica plenamente la demanda de los trabajadores.

La negativa de las empresas a negociar un aumento salarial adecuado no solo afectó a los trabajadores aceiteros, sino que también generó un gran malestar entre los camioneros varados en las rutas, quienes inicialmente culparon a los trabajadores del bloqueo. “Hay conflicto con los camiones debido a que las empresas dejaron los transportes tirados en rutas y autopistas, no les permitieron el ingreso a las playas para poder alojarse. Existe un gran malestar por las condiciones en las que se encuentran,” explicó Morales. Sin embargo, agregó que al acercarse a hablar con los aceiteros, los camioneros comprendieron que la responsabilidad recae en las empresas, que no permitieron el ingreso de los transportes.

La situación se agrava por la acumulación de granos en silobolsas, mientras los barcos esperan para cargar en las terminales paralizadas. Morales advirtió sobre las declaraciones del presidente de la Cámara de Aceiteros, Gustavo Idígoras, quien solicitó al gobierno nacional una unificación del dólar en torno a los 1700 pesos. “Las empresas, pensando solamente en ellas, buscan una devaluación brutal que afecta a toda la población,” afirmó Morales, denunciando que las cámaras empresarias intentan trasladar los costos de la crisis económica a los trabajadores.

Según trascendió desde las cámaras empresarias, el paro de actividades representa un costo mayor al millón de dólares por día. A pesar de las pérdidas, desde CIARA-CEC (Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportadores de Cereales) se mantuvo la postura de que la industria “ya hizo un gran esfuerzo” al ofrecer un aumento del 12% en agosto y otro 5% en septiembre, oferta que fue rechazada por los trabajadores.

Por último, Morales subrayó la importancia de mantener la unidad sindical frente a la presión empresarial. “Lo que busca el presidente de la cámara es enfrentar a la clase obrera, diciendo que los aceiteros tenemos sueldos muy grandes, sin considerar la riqueza que generan las empresas,” denunció, reiterando la determinación de los trabajadores de no ceder ante propuestas insuficientes.