El economista analizó la segunda fase del plan económico del gobierno de Javier Milei basada en la emisión cero. El referente del Mirador de la Actualidad el Trabajo y la Economía (Mate) desmintió ese principio y sostuvo que las perspectivas a futuro son de más sacrificios y recortes para las clases de menos ingresos.
El economista Sergio Arelovich, intergante del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate), sostuvo que la segunda fase del plan económico planteado por el gobierno nacional a partir de hoy con la denominada “emisión cero” tendiente a reducir la brecha cambiaria y contener la inflación no plantea un futuro venturoso sino de más sacrificios para la mayoría de los habitantes del país.
En La Marca de la Almohada, el economista rosarino se preguntó qué significa la emisión cero y respondió: “Lo primero que debemos destacar a partir de esta visión ortodoxa de la interpretación de la economía que tiene el gobierno de Milei es el criterio de que el único que emite dinero es el BCRA cuando hay más de una forma de emitir dinero en la sociedad porque la propia producción de crédito en manos privadas es parte de la emisión. Y entonces debemos preguntarnos a que apuntan con esto”.
Arelovich recordó que desde enero de 1998 el Banco Central de la República Argentina (BCRA) “publica un balance semanal y el último que publicó sostiene que la base monetaria, integrada por la cantidad de moneda circulante y el saldo de las cuentas en pesos que tienen las entidades financieras, asciende a 22 billones de pesos mientras que un año atrás era una suma 231% menor y comparada con la inflación, que fue de 276%, indica que hay menos moneda que el año pasado y sin embargo no detuvieron la inflación” .
Incluso, dijo el entrevistado, “si uno descompone esa base monetaria observa que la circulación de moneda creció menos que la inflación ya que fue del 168% y no está claro qué piensa hacer el gobierno para frenar todo esto. ¿Congelaran el circulante de 22 billones de pesos? ¿Lo reducirán? ¿Cómo? Porque en el medio de todo, cuando existe un exportador que liquida divisas llevando sus dólares al sistema financiero y recibiendo dinero en pesos, eso constituye una expansión de la base monetaria y si la quieren transformar en cero a algún otro se la tienen que sacar, y a lo que apunta el gobierno es a esterilizar esa creación de moneda por lo que en un principio creo que lo va a hacer emitiendo más deuda tal cual lo anunció el 10 de julio pasado cuando en una resolución publicada por el Boletín Oficial se anunció la emisión de 20 billones de pesos, una suma casi similar a la base monetaria”.
En otro momento de la entrevista, Arelovich mencionó que “desde el día en que este gobierno asumió ya emitió títulos de deuda por 169 billones de pesos argentinos y por 49.557 millones de dólares que se usaron para pagar parte de la deuda pero también implicó un crecimiento de esa misma deuda con vencimientos a muy corto plazo y de montos muy altos, por lo cual esta política no tiene nada de nuevo y se basa en la emisión de deuda hipotecando el futuro del Tesoro Nacional y restringiendo aún más el uso del dinero para la concreción de todos los programas que ya sufrieron un profundo recorte”.
“No sé en que está pensando el gobierno a futuro _dijo el economista_ pero sí puedo intuir que el efecto de lo que están haciendo a partir de incrementar los niveles de deuda, comprometer mayores cantidad de dinero del Tesoro para destinarlo al pago de capital e intereses de esta deuda acortando los plazos de esta misma deuda para este año y el que viene, y eso es que si estábamos al borde del precipicio con Alberto Fernández, con Javier Milei hemos dado un paso adelante en materia de deuda”.
Como afecta esto en la economía diaria del argentino común, le preguntó La Marca de la Almohada y Arelovich respondió: “Lo único que relata el discurso oficial son los indicadores macro, pero no plantean cómo afecta su política la tasa de empleo y desempleo, los niveles de precarización, la caída del poder adquisitivo tanto en el sector registrado como el informal. Esto es lo que uno debería mirar más allá de los indicadores macros que cualquiera puede ver con desconfianza por la forma en que el gobierno los presenta y comparte. Las perspectivas no son para el próximo tiempo de mejora sino que se avizoran mayores sacrificios por parte de la mayoría de la población asociado con un conjunto de beneficios por reformas impositivas para las grandes empresas”.