La planta de Acindar en Villa Constitución volverá a detener su producción entre mayo y junio, llevando a más de 3.000 trabajadores en una incertidumbre preocupante. Este nuevo parate se suma a una serie de medidas similares tomadas a lo largo del año, evidenciando las dificultades que enfrenta la empresa y el sector metalúrgico en general ante la caída de la obra pública a nivel nacional
Acindar, una de las principales empresas de la industria siderúrgica argentina, enfrenta una situación desafiante, exacerbada por la caída en la obra pública a nivel nacional y la disminución de la actividad en el sector de la construcción. Pablo González, secretario general de la Unión de Obreros Metalúrgicos Villa Constitución, explicó que la falta de proyectos de infraestructura y el retroceso en la obra privada impactaron significativamente en las ventas de la empresa, reduciéndolas en un 40%.
El secretario general de la UOM Villa Constitución, Pablo González, expresó su preocupación ante esta situación, en La Marca de la Almohada y sostuvo: “El panorama es desolador y preocupante”. González, quien lleva 20 años trabajando en la empresa, nunca había visto una situación de estas características, lo que evidencia el escenario que atraviesa el sector.
Ante esta crisis, Acindar y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) acordaron implementar suspensiones rotativas como medida para preservar los empleos. A pesar de ello, las negociaciones no han resultado completamente satisfactorias para los trabajadores, quienes enfrentan un futuro incierto.
González también comentó que “todavía no se avanzó en la confirmación de la fecha, pero probablemente será entre mayo y junio. Se deberá resolver el esquema de las paradas”. Esta incertidumbre agrega más presión a los trabajadores y sus familias, quienes dependen de estos empleos para subsistir.
La caída en la obra pública y la retracción en la obra privada impactaron significativamente en las ventas de Acindar, reduciéndolas en un 40%. González destacó que esto no solo afecta a los empleos directos en la empresa, sino que también tiene un impacto en los empleos indirectos y en la economía regional en su conjunto.
Además, el dirigente gremial de la UOM advirtió sobre el ingreso del acero chino al mercado argentino, el cual se encuentra subsidiado por el gobierno de China, lo que abarata sus costos y dificulta la competencia para empresas locales como Acindar. “Al no haber obra pública y haberse retraído la obra privada no hay casi mercado interno. La empresa está trabajando con el mercado regional (Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay) pero aun eso no genera movimiento y además es muy complejo competir con el acero chino”, comentó.
En relación al futuro inmediato, el dirigente aseveró que “lo más preocupante y lo más grave de todo esto es que si no se acomoda después del segundo semestre vamos a empezar a tener aún más problemas con el sostenimiento de un buen porcentaje de suspensiones para la segunda etapa del acuerdo”.