Una de las empleadas del organismo, Daniela Constantino, enfatizó que no hubo ninguna notificación de cesantía, y que por eso concurrieron este mièrcoles encontrándose con la provocadora sorpresa de personal de seguridad que les cerró el paso a las oficinas de Córdoba al 700
Tras la decisión del Gobierno nacional de cerrar las delegaciones provinciales del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), alrededor de 30 trabajadores del organismo en Rosario fueron desalojados por la Policía Federal este miércoles de las oficinas ubicadas en Córdoba al 700. Los trabajadores recalcaron que no fueron notificados previamente de los despidos, y se encontraron con la novedad cuando se disponían a ingresar para cumplir sus funciones.
Constantino, además delegada de ATE, recordó que el miércoles pasado, último día hábil del mes de marzo, comenzó a circular una resolución interna del Enacom por la cual se disponía el cierre de todas las oficinas del Ente –un organismo federal– en las provincias.
Sin embargo, agregó, las trabajadoras y trabajadores no recibieron ninguna notificación sobre cómo continuaría, en ese contexto, su situación laboral. Por eso, este miércoles, se presentaron a trabajar con la desagradable sorpresa de los ingresos custodiados por personal de la Policía Federal. Sólo permitieron a los empleados entrar para retirar sus pertenencias personales, dijo la referente de los afectados.
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Tampoco los uniformados que les impidieron ocupar sus puestos laborales les dieron información: sólo cumplieron la orden de desalojarlos. Constantino marcó que lo ocurrido en Rosario se da en el marco de un plan de desguace del Estado, en toda la administración pública centralizada y descentralizada, y de manera simultánea en muchas áreas sensibles del Estado. Además, recalcó, de manera “muy cruel”. En la sede Rosario, los agentes federales apostados en la puerta les pidieron a los empleados que se retiren porque no tenían permiso para ingresar. En esa instancia, se labró un acta junto a los sindicatos ATE y UPCN.
El total de empleados del Enacom en las provincias, dijo, es de alrededor de 400. En la ciudad de Buenos Aires, donde se ubica la sede central, a 150 empleados también se les impidió el ingreso. En total, se suman alrededor de 500 despidos de hecho, sin la comunicación legal que corresponde.
La incertidumbre se cierne sobre la situación laboral, ya que no hubo ninguna comunicación oficial, insistió Constantino. No hubo telegramas, ni notificaciones sobre pase a disponibilidad, ni otra explicación.
La delegada de ATE resaltó que todos los empleados que no pudieron ingresar al Enacom Rosario son contratados por tiempo indeterminado, con lo cual no hay una fecha de caducidad ni cabe la figura de no renovación del vínculo laboral.
La situación es grave, señaló, porque se desmantela el órgano de control de las empresas de servicios de telecomunicaciones. Entre otras, telefonía celular y fija, internet, televisión por cable y satelital. Además, es el área de fiscalización de los medios de comunicación audiovisuales. La voluntad del Gobierno, resumió Constantino, es desmantelar el carácter federal del Enacom y apenas mantener, reducida, una sede en la ciudad de Buenos Aires.