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Transformación de Medellín: “Cuando tuvimos el 100 % de las coberturas del Estado, logramos el verdadero cambio”

El consultor y conferencista en gestión pública, conocido por su vinculación con la transformación de la ciudad de Medellín en Colombia, compartió su análisis en Radioactividad sobre la situación de violencia que enfrenta Rosario, contrastándola con la transformación experimentada por Medellín a lo largo de 30 años

Jorge Melguizo, consultor y conferencista en gestión pública vinculado a la vida y proyecto sociales de la transformación de la ciudad de Medellín en Colombia, participó fuertemente en la transformación de dicha localidad azotada durante años por la narcocriminalidad. En diálogo con Radioactividad, Melguizo analizó junto a Pablo Feldman la situación violenta que vive Rosario, con cuatro crímenes en pocos días y cómo Medellín logró un cambio sustancial en la transformación de una ciudad avasallada por el narcoterrorismo.

“Tanto en Rosario como en Medellín se presenta una combinación fatal de varios factores, primero el narcotráfico como una empresa rentable multinacional, segundo la impunidad con una alta tasa de evitar caer preso si se participa en dicha actividad, en tercer unto el gran problema de la corrupción tanto la política como de la policía y por último el gran déficit social de una parte importante de la población”, explicó Melguizo.

Y añadió: “Al revisar las cifras de pobreza en Argentina en los últimos 20 años, se centra en Rosario y ve más del 30 por ciento en esa condición entonces la combinación de los primeros cuatro elementos toman relevancia”.

En ese orden Melguizo recordó los días oscuros de Medellín, cuando la ciudad estaba sumida en el caos del narcotráfico y la violencia. Allí señaló que, aunque enfrentaron desafíos enormes, la comunidad medellinense logró superar una situación incluso más grave que la que enfrenta hoy Rosario. “Medellín vivió todo eso y el dato que asusta, cuando uno ve situaciones como la de Rosario y recuerda que aquí vivimos situaciones 90 veces peor. Tuvimos un gran índice de muerte violenta que duró aproximadamente 20 años, con la combinación en Colombia de narcotráfico, guerrilla y grupos paramilitares que tenían alianza con las Fuerzas Armadas”, comentó.

El tiempo y perseverancia como valor fundamental para lograr la efectividad de los cambios, son y fueron pilares fundamentales según expresó Melguizo. “Llevamos 30 años disminuyendo nuestra tasa de muerte violenta, la hemos bajado en un 97 por ciento”. Además destacó el papel crucial que desempeñaron los proyectos urbanos integrales en la transformación de Medellín. No se trató solo de mejorar la seguridad, sino de proporcionar servicios básicos y oportunidades de desarrollo en todos los rincones de la ciudad. “Se ha mejorado el sistema de videovigilancia, sí, al igual que los aparatos de custodia, pero lo principal que se ha hecho en Medellín es el Proyecto Urbanos Integrales que es la combinación de todas las formas de llegada del Estado a un territorio de máximas violencias y pobrezas para trabajar en la reconstrucción de la ciudad”, aseveró.

En ese sentido explicó: “Medellín que tiene 2,5 millones de habitantes cuenta con el 100 por ciento de acueductos, energía eléctrica, gas, alcantarillas y calles asfaltadas en todo su territorio. Y en todos los barrios hay equipamientos culturales, educativos, deportivos y recreativos de la máxima calidad. También cuenta con un sistema de transporte público, que tiene sus deficiencias, pero cubre el 100% de la ciudad hasta los sectores con mayores índices de pobreza”.

En referencia a ello, el consultor y partícipe de la transformación de la ciudad colombiana contó: “Cuando Mauricio Macri era Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, le dije que quizás nuestros pobres podían ser más pobres, pero en Medellín no se encontraba la miseria física, social y humana que sí hay en Buenos Aires, o en zonas de Rosario. Aquí se ha construido la dignidad incluso para la gente que no tiene la riqueza monetaria”.

Melguizo también advirtió sobre los peligros de la militarización como solución, argumentando que las acciones militares solo generan más problemas a largo plazo. “Cada hueco que se deja es como un juego de ajedrez cada espacio vacío es una oportunidad para que el otro avance, por ello es fundamental la presencia del Estado. Como también las empresas privadas y organizaciones sociales”, sostuvo.

Con énfasis en el desembarco de fuerzas armadas y federales Melguizo expresó: “Veo que se busca como única solución, es la reacción fácil, recibe el aplauso de muchos siendo condescendientes, pero no sirve para nada. Colombia ensayó esa fórmula y la ciudad del mundo que más acciones militares accionó fue Río de Janeiro y siempre fracasaron”.

Además agregó: “Nací en Comuna 13 de Medellín, viví 24 años allí, que fue el barrio más duro de Colombia y hoy es uno de los que cuenta con mayor turismo en todo el país. El accionar militar en la época más dura solo trajo más problemas, cambió el día que desde el gobierno se advirtió y reconoció y valoró las organizaciones comunitarias”.

Y remató: “Cuando tuvimos el 100 por ciento de las coberturas desde el Estado, logramos realmente el verdadero cambio, generando oportunidades y logras una salida estructural”.

El consultor recalcó que el éxito de Medellín no se logró de la noche a la mañana, sino a través de un proceso continuo que lleva más de 30 años. Este proceso requirió paciencia, compromiso y participación ciudadana constante, independientemente de los cambios políticos. “Hemos trabajado con un proyecto de articulación e integralidad  de todas las formas del Estado y entre lo público y privado. Generando oportunidades a los jóvenes que  sólo la encontraban en la criminalidad”, afirmó.

Y concluyó: “Esto cuando se hace con altísima participación de la comunidad, ejerce una presión sobre el gobierno para sostener este conjunto de políticas. El secreto está en crear ciudadanías y fortalecerlas, como así a las instituciones públicas, detrás de un un desafío que no depende sólo de un intendente o un gobernador, es de toda la sociedad y es lo que en Medellín hemos aprendido”.