Memes y tuits con lógica propia de una carrera proselitista pero nociva si se trata de construir el consenso imprescindible para una gestión de gobierno, y falta de voluntad “pedagógica” sobre el proyecto político: mensajes dirigidos al núcleo duro libertario con desprecio por un voto que no fue apoyo ciego a las propuestas enunciadas

Un informe de la consultora Zuban Córdoba y Asociados realizado entre el 28 y 29 de diciembre a partir de una muestra de 1500 casos concluye que “desde su asunción, Javier Milei perdió más de un punto de imagen positiva por día y hoy tiene un 55% de imagen negativa”. Para interpretar ese proceso, agrega que “es la pérdida de diferencial positivo más acelerada” de la que haya registro e, incluso, probablemente la más acelerada en toda la historia de la región: “Nunca se vio una caída tan pronunciada en tan corto tiempo”. Apuntes y Resumen conversó sobre este fenómeno singular con la politóloga y doctoranda en Ciencia Política Neyet Kademian, integrante de Zuban, sobre los factores y el contexto de ese proceso

“Es una caída considerable considerando que está en el famoso período de gracia con los que cuentan los presidentes en el inicio de sus gestiones”, resaltó Kademian. En la misma línea, agregó que un 56% de los encuestados considera inconstitucional el mega DNU que deroga o cambia màs de 300 leyes y que el Congreso debe refrendar con el aval de al menos una de las Cámaras.

La nota completa se puede escuchar acá ↓

La politóloga expresó que aunque pareciera que se asiste a una puesta en escena del presidente libertario con él como principal protagonista, el problema es que la comunicación del Gobierno sigue “en modo campaña”. Los memes, los tuits, las expresiones como “no la ven”, explicó, sirven en la etapa proselitista para polarizar o generar atracción del electorado, pero son perjudiciales ya en la fase de gestión, porque ni siquiera apuntan al electorado propio, sino al núcleo duro que axcompaña al libertario: a lo sumo el 30% que lo votó en las PASO y las generales.

El candidato, una vez en el Gobierno, siguió Kademian, no tiene que comunicar para una parte de la ciudadanía, sino para el conjunto de la misma. Completó que parte de esa caída de imagen se explica por la ausencia de una “pedagogía” sobre las medidas que se adoptan y sobre el proyecto político y económico que almenos declamativamente las sostienen. Eso es más crítico, dijo, en un contexto de aumentos de precios y tarifas de efecto potenciado por el deterioro de los salarios, un escenario que tiene pocos precedentes en los últimos años de democracia.

La integrante de Zuban Córdoba aclaró que todavía Milei se beneficia todavía con un margen de tolerancia ciudadana alto al deterioro de la capacidad adquisitiva. De las encuestas de la consultora surge que un tercio del electorado está dispuesto a esperar hasta el final del mandato la llegada de los “beneficios” prometidos. No es total: casi un 40% afirma que sólo dará ese aval por entre tres y seis meses. Y hay alrededor de un 20% con más paciencia que podría concederle entre uno y dos años. Esa es, sin embargo, la radiografía al momento, cuando el impacto negativo de las decisiones sobre el bolsillo apenas empieza a asomar.

En ese contexto complejo, Kademian consideró que el capital político con el que cuenta Milei para llevar adelante el violento ajuste se nutre de dos ideas fuerza que aún surten efecto: el “no hay plata” y la promesa de una luz a final el túnel anclada en la “pesada herencia”. Es que aproximadamente la mitad de los encuestados considera que todos los sinsabores actuales son responsabilidad exclusiva del Gobierno de Alberto Fernández.

A tono con lo anterior, agregó la politóloga de Zuban, de los relevamientos de opinión surge que una mayoría está convencida de que era necesario un ajuste, y aunque lo avala, desea que no lo pague sólo el pueblo, sino la mentada “casta”. Ante ello, con las primeras decisiones oficiales, el 70% cree que recae sólo en “la gente”.

La errónea lectura que Milei y sus equipos hacen del ascenso de La Libertad Avanza a la presidencia es otro factor que analizó Kademian. Recordó que, desde hace varios meses, los relevamientos demuestran que el referente libertario sumaba adhesiones no por coincidencia con sus propuestas sino, en muchos casos, a pesar de ellas. Esto es así, en particular, respecto de las privatizaciones de empresas del Estado como YPF y Aerolíneas Argentinas, que no gozan de respaldo mayoritario. Lo mismo sucede con iniciativas que quedaron en suspenso, como la imposición de lógicas de mercado en los sistemas de salud y educación públicas. O con la marcha atrás de las políticas de género.

“Es una paradoja que el Gobierno debería tener en cuenta”, enfatizó Kademian respecto del manejo de la comunicación oficial. Porque Milei llegó a la Casa Rosada no por sus propuestas ni las teorías en las que se basan sino por seducción de la idea de un cambio que terminara con un desgastado esquema de gestión que fue identificado con el kirchnerismo.