• Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

Trabajadores de Radio Nacional Rosario en estado de alerta por amenazas de privatización

Ante los dichos del presidente electo, Javier Milei, que abarca a todos los medios públicos, comenzó una coordinación con sindicatos y organizaciones para resistir. Por el momento, son sólo declaraciones. Una decisión de ese tipo debería pasar por el Congreso

La Asamblea de Trabajadores de Radio Nacional Rosario convocada por el Sindicato de Prensa se reunió este martes luego de las declaraciones realizadas por el lìder de La LIbertad Avanza y por otros referentes del espacio que gobernará el país a partir del 10 de diciembre sobre entregar al “mercado” canales, radios y hasta la agencia de noticias Télam.

De la asamblea participaron también representantes del gremio de operadores Aatrac. Se decidió declarar el estado de alerta permanente mientras se organiza la resistencia con la finalidad de garantizar los puestos de trabajo de quienes se desempeñan en medios públicos, defender la libertad de expresión y el derecho a la información de la sociedad a lo largo y ancho del territorio nacional y aportar a la pluralidad de voces.

A la vez, hubo una manifestación de repudio a la vandalización de la cartelería de la radio pública AM1300 y FM104.5, perpetrado en la mañana de este martes y que supone “una fuerte provocación”, señaló el Sindicato de Prensa Rosario.

La frase “la radio pública” del cartel ubicado en la puerta de Radio Nacional Rosario Fontanarrosa, en peatonal Córdoba, apareció subrayada y entre signos de interrogación, buscando reforzar la idea de que desaparecerán los medios estatales.

Los trabajadores de la emisora están a la espera de una reunión a nivel nacional con el resto de los gremios de prensa y comunicación para articular y fortalecer la lucha por los derechos conquistados.

El objetivo es empezar a movilizarse y ver qué pasos seguir ante esa decisión, explicó la directora de Radio Nacional Rosario, Silvia Saavedra, al programa Apuntes y Resumen.

Nacional es “una radio que está representada a lo largo y ancho de todo el país, con 49 señales, que está en los lugarees más recónditos, donde los medios privados no llegan porque no hay rédito y no les interesa”, destacó Saavedra. En la misma línea, agregó: “En algunos lugares, es el único medio de comunicación que tienen los pobladores para recibir las noticias e incluso para comunicarse entre ellos”.

La directora señaló que en el ámbito laboral siguen trabajando, porque “es la mejor manera de demostrarle a toda la población que, muy por el contrario a lo que dice Milei, no es una cueva de ñoquis. Acá hay gente laburante”.

A tono con el comunicado del SPR, Saavedra aclaró que se continuará trabajando hasta el último día y articulando con los gremios y con aquellos que quieran acompañar a los trabajadores de la radio “para tratar de frenar lo que ya se anunció”.

La nota completa se puede escuchar acá ↓

De todos modos, la directora explicó que no está claro cómo van a implementar tamaña decisión. Debería pasar por el Congreso, dijo: primero por Diputados y después por el Senado. También está la posibilidad de que recurran a un decreto presidencial. “A Milei, el porcentaje de votos que obtuvo le da cierta legitimidad para ensayar esa vía”, reconoció el riesgo.

Aún por la vía menos democrática, aunque contemplada dentro de las atribuciones del Ejecutivo, continuó la directora, el decreto tiene que ser ratificado por la Corte Suprema y el Congreso. Cualquiera sea la forma, añadió, “va a llevar tiempo”. Sin embargo, en el medio, los trabajadores atraviesan una sensación de agonía y de no saber con qué se van a encontrar el día siguiente.

Respecto de la voluntad privatizadora de los medios públicos expresada por los referentes de LLA, Saavedra interpretó que es “más fuerte” que la formulada por el macrismo. Hay, dijo, una convicción ideológica. Es poner en el mercado las licencias de las frecuencias, y en el caso de que no haya oferentes, la certeza de que las radios se caerán. Cambiemos no pudo hacerlo, pero su política fue la desfinanciación con los consiguientes despidos de personal.