Con algunas novedades en la organización, la 39ª edición de la fiesta volvió a marcar su sello multitudinario como el evento más importante y convocante de Rosario
Una vez más, el Encuentro y Fiesta Nacional de la Colectividades imprimió su inconfundible sello en la ciudad. La 39ª edición de la fiesta cultural más grande del país cumplió con una gran convocatoria récord que extraoficialmente se calculaba en más de un millón de personas. Todos pudieron disfrutar del evento gracias a las importantes innovaciones organizativas, y que las asociaciones volvieron a brillar a partir de sus distintas muestras culturales y sus platos más vendidos.
Fueron 9 noches inolvidables donde el legado y la tradición fueron los protagonistas. Las colectividades pusieron nuevamente en valor el acervo cultural que forjó la identidad tan característica de la ciudad. El stand de Argentina contó con una gran cantidad de actividades que estuvieron centradas en conmemorar los 40 años de recuperación de la democracia en Argentina.
En la antesala de su 40º aniversario, las Colectividades volvieron a avanzar un casillero en materia de organización e innovación. Porque nuevamente hubo importantes modificaciones en su fisonomía, siempre pensando en el público, las instituciones que participan y los vecinos. En el interior del predio hubo importantes cambios para generar un esquema más funcional y que se potencie la estirpe del tradicional evento. Los más visibles: los pórticos, la ubicación del escenario principal y el patio de comidas.
Las modificaciones se complementan con las decisiones tomadas en pos de mejorar la accesibilidad del gran caudal de visitantes. Parte del gran éxito de esta edición se encolumnó en el cambio en el transporte público (unificación de paradas, desvíos temporales, puntos de carga de tarjeta Sube y Movi y nueva estación de bicicletas) y el espacio de estacionamientos (estuvo a cargo de la cooperadora del Hospital Alberdi). Además, los usuarios del sistema Mi bici tu bici contaron por el servicio de forma gratuito de 20 a 00, y para esta edición se sumó un bicicletero público ubicado dentro del predio.
Bajo la consigna «Democracia en Democracia», el espacio nacional invitó a los asistentes a ser protagonistas y reflexionar sobre este importante hito histórico. Las personas que pasaron por el stand encontraron propuestas interactivas para sumergirse en la historia y la experiencia democrática. La muestra inmersiva permitió repasar lo vivido desde 1983. También hubo un espacio de serigrafía donde se pudo estampar frases alusivas a la temática en remeras o telas.
En el marco de la 39ª edición de la fiesta, se realizó la tradicional elección de embajadores culturales. Quienes se quedaron con la distinción fueron Alejandro Mahon y Samanta Rossi Coghlan, de la colectividad irlandesa. Para entregar la distinción el jurado tuvo en cuenta además la trayectoria de la pareja de baile dentro de su colectividad y en la propia Fiesta. Quienes serán responsables de representar al Encuentro hasta la próxima edición, fueron elegidos entre las 19 parejas que se presentaron.
La Fiesta de las Colectividades es un festejo que crece exponencialmente desde su primera edición, en 1985. Es uno de los acontecimientos culturales más populares e importantes del país. El tradicional evento cumple un rol clave en cuanto a la transmisión de las distintas culturas como para las agrupaciones en sí. Esto se debe a que el impacto económico que tiene en las mismas es clave para el resto de las actividades que desarrollan a lo largo del año.
Medio ambiente
En esta edición el municipio dio un paso más en pos de cuidar el medioambiente a través de acciones que se realizaron en el marco del Plan Local de Acción Climática 2030. Es que buscó desalentar el uso de vasos descartables y avanzar con la eliminación progresiva del plástico en el Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades. Los visitantes tuvieron la chance comprar ecovasos (se dispusieron 10 mil a la venta) o de llevar vasos reutilizables. Y ante estas opciones, obtener premios sustentables como plantines, compost y chip hechos en el Centro Ambiental de Tratamiento, bolsas reutilizables y lápices.
Además, el predio estuvo dotado de cestos para disponer la separación de materiales reciclables y contenedores para depositar el resto de los residuos. También se recolectó el aceite para reciclarlo y evitar que se deposite en los contenedores del predio o sea derramado.