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Advierten posibles consecuencias de la crecida del río Paraná

El responsable de pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua, Juan Borus, dialogó con La Marca de la Almohada y ofrece perspectivas sobre la próxima crecida del Paraná en la ciudad

El responsable de pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua, Juan Borus, brindó información relevante sobre la crecida anticipada del río Paraná que afectará la región de Rosario en la segunda quincena de noviembre. Según sus declaraciones, se espera que la altura del río alcance los 4,80 metros, en comparación con los actuales 2,85 metros, y la actividad más afectada podría ser la ganadería en las islas, como los asentamientos en zonas bajas.

Esta crecida se debe a una combinación de factores, siendo las intensas lluvias en la cuenca misionera paraguaya y, en menor medida, la crecida del río Iguazú. Borus explicó que la crecida se propagará desde Iguazú, donde el río, presenta un caudal de aproximadamente 36,000 metros cúbicos por segundo, hacia el territorio argentino.

El pronóstico indica que el nivel del río Paraná en Rosario, que actualmente se encuentra en 2,97 metros, evolucionará en la primera mitad de noviembre hasta los 4 metros y se estabilizará en ese nivel para fin de mes. Esto permitirá un aporte significante al delta y lo acercará a valores más normales, alejándolo de la condición de aguas bajas.

Borus también mencionó la influencia de las lluvias en este pronóstico y la probabilidad de inundaciones. Según él, en los próximos 15 días no se espera un evento similar al de Iguazú en Rosario, por lo que la posibilidad de estar en zona de alerta es baja. Sin embargo, la distribución de asentamientos en zonas bajas puede complicar la situación.

El ganado será una de las actividades más afectadas por esta crecida, y se espera un movimiento importante de ganado para sacarlo de la isla o llevarlo a áreas más elevadas.

Borus aclaró que se considera nivel de alerta cuando el río supera los 5 metros, pero incluso con el río a 4,80 metros, la situación puede causar problemas en poblaciones cercanas al agua. Se espera que el efecto máximo de esta crecida se experimente alrededor del 18 de noviembre.