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Un encuentro plurinacional de mujeres y disidencias atravesado por la coyuntura electoral

Con la Cordillera de Los Andes y el Lago Nahuel Huapi como escenario natural, durante tres días se desarrolló la edición 36 de la histórica reunión que congregó a más de 100.000 personas de todo el país. Cinco participantes de Rosario destacan la impronta de las representantes de pueblos originarios y la marca de la coyuntura electoral de la que surgen fundados temores

El programa Apuntes y Resumen convocó al estudio de Radio Universidad a la referente de ATE Lili Leyes, a la militante del Movimiento Evita Majo Poncino, a la integrante de Hijos Rosario Romina Marucco, a la dirigente del gremio universitario Coad Beatriz Introcaso, a la militante de Ciudad Futura Flor Maggi y a la feminista y ex funcionaria del Ministerio de las mujeres Pilar Escalante.

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Majo Poncino destacó una de las coincidencias de las invitadas a la radio: la agenda del reciente encuentro estuvo atravesada por una especial coyuntura que es la electoral. Pero aclaró que eso sucedió también en los anteriores. Y que una muestra de ello fue, al cabo del 35 encuentro desarrollado el año pasado en San Luis se eligió a Bariloche, en Río Negro, como el próximo por la situación que atravesaban las compañeras mapuches, con la defensa de sus territorios y la soberanía.

La militante del Evita resaltó el desarrollo de 112 talleres con una gran diversidad de temas, y conectó con los inminentes comicios nacionales y lo que, este año, se pone en juego. “Los feminismos vienen sosteniendo que necesitan más y mejor democracia para resolver los problemas que transitan las mujeres, justo cuando se cumplen 40 años” de recuperación del sistema.

Agregó que el encuentro es el de “una democracia transfeminista que discute cuáles son los problemas y las posibles respuestas y herramientas de transformación“.

Lily Reyes apuntó a las dificultades logísticas que hubo que sortear para concurrir. Contó que desde el gremio estatal ATE partieron 150 compañeras en dos colectivos. Y con una característica; la franja etaria fue de 40 años en más. A diferencia, dijo, de organizaciones políticas que se suman con militantes más jóvenes.

Recordó que el de este año es el encuentro nùmero 18 del que participan como ATE, y celebró la posibilidad de encontrarse en Bariloche con la clase trabajadora de compañeras y diversidades. “Los movimientos feministas en los sindicatos van a ser el eje de la transformación“, aseguró, y marcó que es trascendente marcar una posición clara en estas elecciones. Es “defender la soberanía de los cuerpos, pero también de nuestros territorios, empresas, ríos”, explicó.

La potencia transformadora del movimiento feminista, de mujeres y disidencias, particularmente en un contexto de decisiones trascendentes ante las elecciones, quedó ratificada en Bariloche, coincidió Flor Maggi. Añadió que se profundizó lo que se empezó a discutir hace nos pocos años, que es el carácter plurinacional del encuentro, y en ese sentido apuntó la importancia que se haya designado a Jujuy como sede de la edición 2024.

Volviendo sobre la creciente presencia de compañeras de pueblos originarios en los encuentros, Beatriz Introcaso señaló que eso repercute en las temáticas. Por ejemplo, acotó, el extractivismo y los territorios como identidad de las comunidades. “En uno de los talleres, una de las compañeras planteó que además de plurinacional, le movimiento debía plantearse como anticapitalista”, señaló sobre las profundiades de los planteos.

Porque, abundó, “se ponen en cuestión aspectos profundos sobre el patriarcado que tienen estrecha relación con el capitalismo“. Como las restantes invitadas, marcó que todos esos abordajes son aún más acuciantes “en este momento de avance de los discursos de la ultraderecha que amenazan con un retroceso de los derechos ganados“.

Romina Marucco retomó el aspecto geográfico de la convocatoria para expresar que las complicaciones que impuso la distancia y la logística para poder participar se compensa con asumir el desafío de lo federal y, además, produce sanos efectos colaterales. En ese sentido, mencionó el hecho de poder compartir el viaje con otras compañeras, fuera de la agenda de actividades, y el intercambio de otras dimensiones que remiten, por ejemplo, a la cotidianeidad.

Dese su militancia en Hijos Rosario, Marucco insistió sobre la importancia de construir consensos “cuando hay candidatos y candidatas que reivindican las dictaduras, que ponen en tela de juicio los derechos fundamentales que costaron mucha sangre, cuando para muchos el terrorismo de Estado no genera horror“. Entonces, continuó, “estos espacios sirven para repensar las acciones, poner en entredicho las roscas políticas, volver a lo asambleario y reflexionar sobre los errores ante la gravedad del presente”.

Escalante aportó la mirada puesta en el futuro como horizonte a construir en los encuentros: “La posibilidad del intercambio y la esperanza de que un mundo mejor es posible, más cercano y amoroso“.

Como sus compañeras, remarcó que “cuando aparecen mostruos que parecían derrotados, (convocatorias como la de Bariloche) demuestran también que la sociedad no se derechizó”, que se puede construir una agenda que además de la defensa de lo conquistado incorpore el debate de un proyecto de futuro. Y que se alimente con escuchas relativamente recientes, como las de representantes de los pueblos originarios. “Sí, lo que hay que hacer es un balance, identificar en qué no se pudo dar respuestas, en qué fallaron las instituciones“.

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