La gastronomía en el interior de los paseos comerciales lleva mayor circulación de gente, aporta clientes nuevos y ayuda a construir una identidad propia

Las galerías del centro de Rosario viven un momento de gran recuperación, con el menor porcentaje de vacancia en años, y la gastronomía ha jugado un rol preponderante en ese proceso. Los bares dinamizan los espacios, y ayudan a profundizar el desarrollo de un perfil particular de cada una, que comienza a verse en el concepto y la similitud estética y comercial de los locales que las integran. 

Según el último informe de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), la tasa de ocupación en las galerías del centro es de 86,5%, y en algunas de ellas que hoy están completas ya hay lista de espera para instalar un local. El arribo de bares que les brindaron mayor movimiento ha cumplid un rol fundamental en esa construcción de un nuevo paradigma.

La subsecretaria de Producción de Rosario, Eugenia Giovannoni, consideró que “la gastronomía en el centro es el rubro que más creció, no solamente por las peatonales, sino también dentro de las galerías, y en eso el municipio trabajó en conjunto con muchos de los administradores o dueños para acercar emprendimientos que vayan de la mano con la estrategia de reactivación que tenía cada uno de esos espacios y la profundización de una identidad propia”, subrayó.

Uno de estos ejemplos es la Galería Rosario, en la que el recientemente inaugurado Nuria fue muy bien con el perfil de clientes. Se eligió especialmente porque se trata de personas que no solamente van a desayunar, sino también a almorzar y merendar, y es un público acorde a la propuesta comercial. Así, se da un proceso de beneficio mutuo, porque también genera que mucha de los que van a consumir en el restaurant empiecen de nuevo a comprar en los locales de la galería.

Con una impronta más juvenil y alternativa, a la galería Calle Del Sol hace unos meses llegó un emprendimiento de jóvenes venezolanos, Wuandú, que hacen tequeños, y se generó también una movida muy particular dentro de ese paseo, junto a los comercios de ropa, piercings, tatuajes y cómics, que tienen ese perfil otaku más acorde a esa propuesta.

En diciembre del año pasado inauguró el bar Chica Kitchen dentro de la galería Pasaje de la Nación, una propuesta gastronómica que hizo sinergia junto a los nuevos locales que están muy relacionados al diseño, y también tienen un perfil más artístico y estético. Así, han logrado posicionar y revitalizar la galería, no solamente con la gente que consume en horario diurno, sino también con actividades conjuntas que le dan vida a la tarde noche durante la semana y los fines de semana.

Un tercer caso es el bar Sable París que llegó a la galería Paseo Peatonal, que acompaña también muy bien el perfil comercial de esa galería. Todos estos ejemplos de alguna manera han ido distinguiendo sus propuestas gastronómicas, en algunos casos comida al paso, en otras hacia lo gourmet, lo vegano o saludable, la cafetería de especialidad. Se ha adaptado a los nuevos gustos y usos de los consumidores, y también con una lógica de identidad con el perfil comercial de cada galería.

Dinamizador

Además de los casos dentro de galerías, hay una gran cantidad sobre la calle y en peatonales, con búsquedas que antes no solían encontrarse en el centro, sino que eran más propias de otros núcleos como Pichincha. Uno de esos casos es el de By Papas (San Martín 944): “Los dueños estaban buscando local en avenida Pellegrini, porque temían no tener tanto éxito ahí, y realmente nos mencionan el impacto que tiene Noche de Peatonales y cualquier evento que se hace en el centro. Se sorprendieron con la cantidad de gente que circula en esa zona durante esas jornadas, pero también los días de la semana. En los horarios pico tienen fila para comprar en su local”, contó Giovannoni.

Mercado Zarpado, que está próximo a inaugurar en San Luis 1038 con un formato de food hall (una especie de patio de comidas), es otra apuesta muy novedosa para el centro y también tracciona un perfil de gente más joven. Rock & Feller’s (San Lorenzo y San Martín) es otro caso paradigmático: “En la previa quizás algunos dudaban de cuánto movimiento iba a tener, y hoy realmente funciona muy bien. Tiene público de la misma manera que los otros dos locales, de forma permanente, y también de noche y los fines de semana”, explicó la funcionaria.

En la tradicional esquina de Corrientes y Córdoba, Augustus es otro bar que empezó a ocupar el espacio público con mesas y sillas en la vereda. Probaron y han tenido tan buena repercusión que le han aggiornado esa porción de peatonal hasta con estufones y toldos para que pueda ser utilizado también durante los meses de invierno. El bar Junior (Mitre 849), un clásico del centro de la ciudad, no solamente se empezó a ocupar nuevamente de manera permanente, sino que también tiene muchísimo más movimiento los fines de semana.

La hamburguesería Weiss (Presidente Roca 749) a pasitos de la plaza Pringles, y el bar Monacle (Presidente Roca 871) que mezcla moda y café de especialidad, son las nuevas cartas del Paseo del Siglo, a las que se suma la confitería Brownie (Córdoba 1627) que está en remodelación y va a ocupar con islas el sector de la calle, o la gastronomía que llegó al Shopping del Siglo. 

La enumeración muestra que hay muchos casos de nuevos locales gastronómicos, especialmente con esta idea de atraer un público más joven que quizás no conocía las galerías del centro y le han dado una impronta diferente. “Esto es muy importante para el centro, porque en la primera edición de Noche de Peatonales la gastronomía quedó expuesta por su escasez, y tuvimos que empezar a reforzar en cada edición con muchas propuestas para esa noche, porque en ese momento era muy reducida. Afortunadamente, a la fecha tenemos una propuesta gastronómica muy variada en el centro, mucho más nutrida y con distintas opciones”, cerró la subsecretaria de Producción.