La multinacional contrataca con el anuncio de llevar personas y paquetes en ciclomotor. Es inminente el lanzamiento en la ciudad, donde aún es ilegal y ya le incautaron 16 autos
Uber continúa con su plan de entrar por la fuerza a los mercados de Argentina, aún en los lugares donde todavía no tiene sustento legal para funcionar. Dentro de este programa de expansión, anunció este jueves el desembarco en la ciudad de Santa Fe con viajes de personas y entregas de paquetes en moto, mientras prepara el inminente lanzamiento en Rosario, donde se lo combate a fuerza de remisiones de autos al corralón, que ya llegan a 16 en el último mes mientras el Concejo discute qué hacer con la app.
Cada vez que la multinacional hace un anuncio, se arma una polémica. Y esta vez no será la excepción porque ayer lanzó en la capital provincial, a solo 170 kilómetros de Rosario, las nuevas opciones Uber Moto y Flash Moto, que dan la posibilidad de hacer viajes en ciclomotor y enviar productos. Según informaron, los viajes de personas en moto serán, en promedio, hasta un 40% más económicos que en auto (UberX). La otra es una alternativa para enviar objetos y paquetes de pequeño porte.
Pueden registrarse para manejar los mayores de 18 años que cuenten con licencia de conducir moto. Deberán enviar su documentación para que Uber verifique identidad, antecedentes penales, vehículo, registración impositiva, entre otros procesos. A su vez, en el caso de Uber Moto deberán contar con un casco extra para los usuarios.
En tanto, el municipio volvió a controlar la calle tras algunas protestas de los taxistas, y una denuncia penal contra las áreas de control por su supuesta permisividad. La Secretaría de Control trabaja en contacto con los conductores, que pasan datos cuando detectan algún vehículo sospechoso en lugares concurridos donde se sabe que aparecen. Entre junio y julio Fiscalización del Transporte se llevó 18 coches ilegales, 16 de Uber y dos de Cabify, y los dueños de los autos fueron sancionados con fuertes multas en el Tribunal de Faltas.
Las tareas se retomaron con fuerza hace poco más de un mes, luego de que referentes del sector tuvieran una reunión con Carolina Labayrú tras las tensiones desatadas por el presunto laissez fare que estaba ejerciendo el Estado. “Luego de eso se llevaron esos 18 vehículos al corralón. Está costando, porque no es fácil, no hay muchos inspectores, estamos en medio de las elecciones, pero vamos trabajando y nos pasan los datos de lo que van incautando”, resumió Marcelo Díaz, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar).
En el Concejo
Uber sigue siendo ilegal en Rosario, pero multiplica cada vez más su oferta clandestina. En marzo, el Concejo volvió a tomar en agenda su regulación junto a otras aplicaciones móviles para transporte. El edil de Juntos por el Cambio Carlos Cardozo presentó nuevamente una ordenanza para crear el Servicio Privado de Transporte de Personas Independientes a través de Aplicaciones, para dar el debate con los demás integrantes de la comisión de Servicios Públicos. El texto le abría una puerta a la legalización.
De todos modos, la discusión no avanzó y todo volvió a quedar en la nada. El destino fue el mismo que el de los tres proyectos del oficialismo: uno del intendente Pablo Javkin, uno de la socialista Verónica Irizar y uno de la presidenta del cuerpo, María Eugenia Schmuck. Los tres circunscriben la posibilidad de usar aplicaciones a la flota de taxis y remises legales actual. En cambio, el de Cardozo abría el juego a cualquier conductor con auto, desregulaba el precio y no limitaba la cantidad de unidades.
De salir, la opción que se elegiría es la del Ejecutivo, que permitiría que los taxis y remises puedan usar apps. En ese caso, Uber no entraría, pero sí Cabify, que hoy funciona como agencia de remisería como pantalla legal, pero -según fuentes del sector- con muchos coches sin chapa que exceden largamente el número de los que tienen anotados con licencia.