Carolina Berardi, licenciada en Ciencias Políticas, analizó en La Marca de la Almohada las posibilidades que la mega obra abre, permitiendo entre otros beneficios diversificar la matriz exportadora del país
La inauguración de gasoducto Néstor Kirchner, una mega obra que permitirá al país el autoabastecimiento de gas natural y aumentar la venta al exterior de ese producto, diversificando la matriz exportadora, se convierte en “una gran posibilidad para el país”, según analizó en diálogo con La Marca de la Almohada la licenciada en Ciencias Políticas Carolina Berardi, del Centro de Economía Política de Argentina (Cepa).
“Esto permitirá alcanzar el autoabastecimiento y lograr exportar. Con la sequía estamos viendo la gran dependencia exportadora que tenemos del complejo sojero. La posibilidad de exportar energía, en forma de gas o petróleo, diversifica la matriz exportadora. El 4 de agosto, por ejemplo, se va a exportar petróleo a Chile. Es una gran posibilidad para nuestro país”, evaluó Berardi.
Según el anuncio del Gobierno, en septiembre se licitará el segundo tramo que unirá Salliqueló con San Jerónimo, buscando abastecer a partir de las reservas de Vaca Muerta al litoral argentino.
“Si pudiéramos tener además una fábrica que nos permita exportar vía barco a Europa tendríamos un salto de calidad importante. Son inversiones que requieren mucho dinero y muchos años. Y en esto es importante señalar la visión que en su momento se tuvo durante el segundo Gobierno de Cristina (Kirchner). La estatización de YPF sin la cual hoy no estaríamos hablando de Vaca Muerta ni del gasoducto”, puntualizó la integrante de Cepa.
La licenciada explicó que, si bien desde hace mucho tiempo se sabe de la existencia del yacimiento de Vaca Muerta, para explotarlo eran necesarias inversiones millonarias y a riesgo, ya que la forma de producción no convencional dejaba abierta la posibilidad de que no se pudiera extraer el gas y el petróleo.
“Ninguna compañía privada quería asumir ese riesgo. Y fue la YPF estatal la que hizo esas inversiones iniciales. La que pagó el costo de la fuga de aprendizaje de esa nueva forma de producción. Cuando estuvo ese proceso consolidado, en 2018, 2019, se fueron sumando empresas privadas”, aclaró Berardi.
La licenciada detalló que las obras permitirían exportar gas al sur de Brasil, pero también cambiar el sentido del negocio con Bolivia, al que ahora se pasará a abastecer ante el declive que sufre en la extracción del producto el país vecino. También, evitar la importación de gas en barco, que desde el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania aumentó su precio considerablemente.
En cuanto al impacto que la obra y el abastecimiento puede ocasionar en los precios internos, Berardi fue cauta y aclaró que eso depende de la gestión política.
“Va a depender del cambio de gestión. Ayer Cristina decía que lo primero que debe lograrse con esta obra es que todos los hogares de Argentina estén conectadas a la red de gas. Son decisiones políticas. No está dado que por tener abastecimiento energético vos garantices un precio interno desanclado del precio internacional. Lo vivimos mucho con el tema de los alimentos. El precio internacional condiciona mucho al precio interno. Ahí va a influir mucho la gestión política”, concluyó.