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Física, imágenes y sonidos para reconstruir escenas de crímenes

Rodolfo Willy Pregliasco es doctor en Física, pero se especializó en Física Forense a partir de una primera convocatoria de la Justicia por la desaparición del estudiante de La Plata Miguel Bru. De allí en más, intervino en otras causas en las que se indagaban responsabilidades institucionales. Así, la muerte de Teresa Rodríguez en Neuquén, los asesinatos de Kosteki y Santillán en Avellaneda, la Masacre de Trelew de 1972 y las muertes de diciembre de 2001

Pregliasco estaba destinado a la ciencia básica, de laboratorio, teórica, pero una serie de circunstancias lo llevaron a apasionarse por las aplicaciones prácticas, y más específicamente, aquellas que aportaran a la Justicia. Así, se especializó en Física Forense, y es uno de los principales referentes de la disciplina no sólo en la Argentina.

Lo que hace es aplicar los conocimientos científicos en acústica, estadística, fotogrametría y otras áreas para determinar, por ejemplo, la trayectoria de disparos, aportar a la balística de postas de plomo, reconstruir escenas a partir de fotos y videos. Y, además, a la formación de recursos humanos en esa aplicación de los conocimientos para aportar material relevante en los juicios. Pregliasco habló con el programa ABC sobre su trayectoria, y en particular sobre cómo colaboró en el proceso que buscó establecer las responsabilidades institucionales de la represión a las revueltas populares de diciembre de 2001, que concluyeron con la renuncia del presidente Fernando de la Rúa y dejaron el saldo de varias muertes de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad.

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Pregliasco es investigador del Conicet en la Conea (Comisión Nacional de Energía Atómica) y director del Grupo de Ciencia Forense del Centro Atómico Bariloche. Además, integra el programa Física y Justicia.

Hay muchas dificultades para hablar y comunicarse entre científicos y abogados o jueces. Con los años, fui descubriendo que una pericia es un acto de divulgación científica donde uno se comunica con alguien que es juez o abogado. Y lo bueno del Programa Ciencia y Justicia es que nos ofrece institucionalmente un soporte para hacer ese puente de comunicación. Permite que investigadores que no tienen experiencia en el sistema judicial puedan apoyarse en otros para hacer ese asesoramiento lo mejor posible”, se entusiasma el físico.

El físico colaboró en el juicio por los hechos de diciembre de 2001 cuando, una década después, lo convocó el Tribunal Oral Federal 6. De esa participación, que recoge el documental Maelström 2001, producción del Conicet que se presentó en el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, habló con Radio Universidad.

“El punto de partida fueron todas las imágenes que había en la Capital Federal, en particular del microcentro, del 20 de diciembre de 2001. En esa zona hubo cinco muertos. La propuesta del Juzgado era estudiar en qué circunstancias sucedieron esas muertes, una propuesta muy amplia. Nos pasaron una gran cantidad de videos y fotos acumuladas en la causa”, repadsó el inicio del trabajo.

No era fácil: todo estaba en formatos a esa altura obsoletos, como fotos analógicas y videos en VHS. “El primer paso fue digitalizar el material para operar sobre él”, contó. Y de ahí, a lo que definió como “el berretín del físico”: ubicar las cosas en espacio y tiempo para armar secuencias y obtener sentido. Cómo se desplazó la policía, qué tipo de armamentos tenía, cuántos agentes había, a qué cuerpos de seguridad pertenecían, cuánta gente había, dónde estaba y en qué momento.

En resumen, señaló, lo que se buscaba era “armar una narrativa del día”. Lograr que de “todas esas imágenes que muestran un gran desorden, una furia colectiva, emerjan patrones, porque en distintas horas pasan cosas distintas, y eso tiene un correlato con lo que se discutía en la causa, que son las responsabilidades institucionales en las muertes“.

Sobre esa saga del 20 de diciembre, Pregliasco recordó que “el día arranca con un estado de sitio, al mediodía aparece la jueza María Servini de Cubría en la Plaza de Mayo y dice que el estado de sitio es nulo, y van cambiando las responsabilidades a lo largo del día, se termina yendo el presidente De la Rúa, y aun así la Policía Federal sigue actuando, modifica la forma de la represión y no está claro quién toma las decisiones”. La tarea fue entonces extraer significados a partir de las imágenes, y lo que se construyó se utilizó en juicio para argumentar.

“El punto era: ¿la policía actuó en reacción al desorden social o lo provocó? En el caso de las muertes, los videos demostraron lo segundo.
En algunos casos, por agentes mal entenados y con escasos recursos. En otros, por simple perversión, porque (las acciones violentas de los uniformados) no respondían a ninguna necesidad política o de restablecimiento del orden público”, señaló el investigador del Conicet.

Habìan pasado 10 años de los trágicos hechos, y todo se hacía cuesta arriba. “La ubicación en espacio fue complicada porque la ciudad había cambiado“, describió. Sin embargo, admitió que contaron con “varios registros que ordenó hacer el primer juez de Instrucción a la Gendarmería, con fotos”, como para guiarse. Y sobre la ubicación en tiempo, aún más arduo. “Las cámaras analógicas no registraban la hora, entonces se recurrió a buscar algún reloj que apareciera en las imágenes, pero la más interesante fue analizar las sombras, porque fue un día despejado en la ciudad de Buenos Aires. Como si fueran relojes de sol”, explicó. Esa puesta en hora de los diferentes momentos resolvió varias discusiones respecto de quiènes estaban o no en determinadas esquinas a una hora específica, porque hubo intentos de introducir confusión o evadir responsabilidades.

“El problema es organizar y dar sentido a ese cúmulo de imágenes”, sintetizó el desafìo del equipo de Física Forense. Y para eso, diseñaron un instrumento: “Hicimos un panel que muestra el panorama en distintos momentos, lo llamamos el Panóptico, un meta punto de vista, una perspectiva que no puede tener ninguna persona por separado“. La colaboración de los científicos fue fundamental para determinar, con datos objetivos y rigurosos que surgieron de los análisis del material en bruto de la causa, cómo fue desplegándose la represión y quiénes fueron responsables directos y políticos de las diferentes muertes de manifestantes.