El gerente de Aguas Santafesinas, Guillermo Lanfranco, descartó que Rosario y la región puedan vivir una situación semejante a la del país vecino con la provisión de agua potable
El gerente de Aguas Santafesina, Guillermo Lanfranco, descartó en diálogo con La Marca de la Almohada que pueda suceder en Rosario y en la región una problemática a la que sufre Uruguay con la crisis hídrica y una deficiente provisión de agua potable. El funcionario planteó que existen grandes diferencias a partir de las obras de infraestructura que encaró el Estado santafesino, a diferencia de lo que sucede en el país vecino.
“Uruguay tiene problemas asociados a la falta de infraestructura. La provisión de agua potable se encara con obras de infraestructura e ingeniería muy grandes. El agua no es como el fluido eléctrico que va por un cable y no pesa. Siempre digo que cada mañana le ponemos una tonelada de agua a cada casa, el peso de un auto. Eso implica que hay que tener infraestructura para tomar el agua de una fuente, en nuestro caso del río Paraná, hacerla potable y transportarla del río a tu casa”, explicó el funcionario.
Lanfranco dijo que en caso de no desarrollarse ese tipo de proyectos “se pueden producir los problemas de Uruguay, que está enfrente del Río de la Plata”. Y comparó la situación con la de Buenos Aires, que abastece a doce millones de habitantes tomando el recurso del mismo lugar cuando Uruguay tiene un total de tres millones de habitantes.
“Ellos dicen que es salada, pero si uno sube sobre el mismo Río de la Plata por la costa uruguaya va a encontrar agua en las mismas condiciones que las que tiene Buenos Aires. Habrá que hacer una planta más arriba, en Colonia. Y hacer un acueducto que llegue a Montevideo. Nosotros tenemos acueductos en Santa Fe que tienen ciento treinta kilómetros de largo y estamos hablando de abastecer al acueducto centro oeste, que llega al límite con Córdoba. ¿Y en Uruguay el Estado no puede hacer una obra de similares características? Si uno no hace las obras de infraestructura se termina pagando con una crisis como la que están viviendo” explicó.
Aunque no avizora problemas con la provisión de agua potable, aun cuando el río Paraná pueda sufrir bajantes pronunciadas, Lanfranco advirtió que en Rosario y la zona se consume el doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud para hacer un uso responsable del insumo.
“Nos dan valores que están bastante por encima de lo que la OMS considera básico para una vida normal. No sólo hablamos de agua para beber, sino para higiene personal, para limpieza del hogar. Ese número da entre 100 y 150 litros. Nosotros en Rosario y en ciudades que se abastecen del río Paraná estamos en 300, en algunos casos 330 litros por habitante por día. No halamos de derroche sino de usos no sustentables. Hacer cosas que podríamos hacerlas, lo mismo, sin cambiar la calidad de vida, pero utilizando en definitiva menos agua”, aseguró.
Sin embargo, dijo que resulta “utópico” montar un sistema que permita dividir la provisión en un hogar para que el consumo de agua potable sea menor. “Eso es técnicamente, no imposible, directamente utópico. Hay que hacer toda una red nueva en la ciudad. Además la recomendación es que el agua que llega a un hogar sea potable, para evitar riesgos sanitarios”, aclaró.
Frente a esa situación la empresa recomienda un uso responsable, en especial en los hogares, ya que el 90 por ciento del agua potable se destina a viviendas particulares.