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Al final, este viernes no hay paro de transporte en Rosario

La UTA amenazó con lanzar una nueva medida de fuerza si los choferes no cobraban el salario de mayo con el 20% de aumento acordado en paritaria, pero eso no se dio y, al menos en la ciudad y la provincia, no habrá medida de fuerza  

La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció en un comunicado que los choferes dejarían de prestar el servicio este viernes si las patronales del transporte no cumplían con la paritaria. El gremio aguardaba los depósitos en las cuentas sueldo con el 20% acordado luego del último conflicto. En Rosario, al menos, eso ocurrió este jueves, por lo que el conflicto se desactivo. Al menos, hasta el próximo mes.

“Decidimos levantar la medida de fuerza a partir de que esa cifra acordada comenzó a impactar en las cuentas sueldo de los choferes”, aclaró el secretario general de la UTA Rosario, Sergio Copello.

La crisis en el transporte había escalado el pasado 21 de junio, cuando los choferes del interior del país lanzaron un paro de 48 horas en señal de protesta por las diferencias entre el Amba, región cuyo sistema fue auxiliado con fondos nacionales, porque además el servicio allí depende de la jurisdicción federal, y el resto del país. Hubo reuniones, negociaciones y promesas de adelantar las partidas de subsidios a las provincias para que se pudieran abonar los sueldos con los aumentos pactados. Eso se dió este miércoles, se reflejó en los depósitos y se desactivó el nuevo paro previsto en el cronograma gremial de lucha.

Saul Isacsson, referente de la Cámara Empresaria del Transporte Multimodal de Pasajeros (Cetram), coincidió en asegurar la normalidad de los servicios, tanto urbanos como interurbano, en Santa Fe. Ello, gracias al adelanto de los subsidios nacionales y el aporte de los provinciales, que les “permitieron” a las empresas abonar los salarios actualizados con la paritaria.

La solución, con todo, es transitoria, porque sigue pendiente el reclamo de gobernadores e intendentes a Nación para que aumente el volumen de la ayuda federal a las jurisdicciones fuera de la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, que fue establecido en el Congreso nacional pero quedó desactualizado por la escalada inflacionaria.