El secretario general de Luz y Fuerza, gremio que participó del paro y la movilización para reclamar paz y seguridad en Rosario, dijo que “no alcanza con más fuerzas policiales” y que se necesita de “un gran consenso ciudadano” para resolver el problema
Alberto Botto, secretario general de Luz y Fuerza, uno de los gremios que adhirió al paro y a la masiva movilización para reclamar paz y seguridad en Rosario, aseguró que la sociedad se encuentra “hastiada” frente a la violencia urbana que golpea desde hace tiempo a la ciudad. “No poder caminar con tranquilidad por las calles. Esto claramente necesita de una respuesta”, reclamó tras finalizar la concentración en Plaza San Martín, donde confluyeron gremios, organizaciones sociales y estudiantiles, comerciantes y vecinos.
El dirigente gremial aseguró en diálogo con Apuntes y Resumen que para contener la situación de violencia “se necesita de un gran consenso ciudadano, involucrando a todas las instituciones” con soluciones “a corto, medio y largo plazo”.
“No alcanza con presencia de más fuerzas policiales, si no con otro tipo de recursos que tiene que ver con resolver, por ejemplo, el tema de los juzgados Federales en Rosario. Involucrar a todos los estamentos de los Estados nacional, provincial y municipal para buscar una respuesta. Nosotros no tenemos los recursos ni el conocimiento fino de cómo se solucionan estas cuestiones, pero queremos aportar desde nuestro lugar para que esto se solucione y Rosario recupere la paz que merece”, aseguró Botto.
El dirigente de Luz y Fuerza explicó que durante la concentración hubo además muestras de repudio por la situación que se vive en Jujuy con la reforma constitucional y la represión ordenada por el Gobierno de Gerardo Morales.
“Vivimos hechos que creíamos que no íbamos a vivir después de haber recuperado la democracia, hace cuarenta años. Ver esas cuestiones que vivimos en esa crisis terminal de 2001. Ver a los mismos que provocaron esa crisis haciendo hoy uso de la palabra, tratando de convencer a la ciudadanía de que no tuvieron responsabilidad y reivindicando ese proceder represivo del Gobierno de Jujuy nos generó un estado de alerta”, reconoció el secretario general de Luz y Fuerza.
Botto ligó lo sucedido en aquella provincia con el futuro político de la provincia y la Nación que, evaluó, “no se presentan sencillos”.
“Hay que juntarse cada vez más, estar lo más unidos posibles e ir viendo estas señales porque para los trabajadores y trabajadoras tienen que significar una voz de alerta. No sólo está en riesgo la libertad de expresión y de protesta. También los derechos. Hoy es un día para reflexionar, para manifestarse y para atender las cuestiones que se van a venir dentro de poco tiempo, salvo que trabajemos fuertemente para que eso no ocurra”, evaluó con preocupación.
El dirigente gremial planteó que lo sucedido en Jujuy es “totalmente inaceptable en un estado de derecho”, y que observa con inquietud cómo, desde algunos sectores, se alienta “el uso de la mano dura o que hay que meter balas y palos, cosas que no esperaba escuchar nunca más”.
“Esto pasó en los años 70’. Cuando las fuerzas son empoderadas a veces se cometen excesos que los termina lamentando incluso gente que ha promovido o apoyado eso porque creen que es la solución al problema”, evaluó.
“Nada es casualidad. Que a cuarenta años de haber recuperado la democracia estén pasando este tipo de cuestiones… ahí uno se preocupa. Uno ve las redes sociales y se reivindica a los Videla, a los Massera. Hay mucha gente que piensa de esta manera. Es preocupante y es creciente. Hay mucha gente que denosta a la política cuando en realidad es la antipolítica la que concentra recursos, genera disparidades en la sociedad. Y la desigualdad es la madre de todas las violencia”, evaluó Botto.
Por último, y en cuanto a la reforma constitucional promovida por Morales en Jujuy, dijo que “en la Quebrada de Humahuaca están los pueblos originarios defendiendo la tierra porque el trasfondo de todo esto, el tratar de limitar las libertades, tiene que ver con la expoliación de los recursos naturales. Esta Constitución tiene olor a litio”.