Un informe del Centro de Economía Política Argentina alertó sobre las razones negativas de dolarizar la economía y cómo afectaría al mercado del trabajo y producción
La posibilidad de dolarizar la economía argentina ha sido uno de los temas más recurrentes en los últimos años, especialmente en momentos de crisis económica como la que atraviesa el país en la actualidad. Sin embargo, un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advierte sobre las razones negativas de adoptar esta medida.
La dolarización de la economía consiste en la utilización del dólar estadounidense como moneda de curso legal en lugar del peso argentino. Según el informe del CEPA, esta medida traería una serie de consecuencias negativas para la economía y la población.
El analista económico del Centro de Economía Política (CEPA), Facundo Budassi, se refirió a las declaraciones del candidato a presidente Javier Milei, quien propuso la dolarización de la economía argentina como medida para superar la crisis económica actual y al informe desarrollado en el CEPA.
En declaraciones a La Marca de la Almohada, Budassi alertó sobre el riesgo de una reducción del salario del 92 por ciento en caso de dolarización, ya que la Argentina no cuenta con suficientes dólares para respaldar la medida. Además, señaló que la única forma de obtener dólares sería mediante una mega devaluación o un endeudamiento, lo que agravaría aún más la situación económica.
Por otro lado, la dolarización de la economía tendría un impacto negativo en el mercado laboral. Al estar atado al dólar, los salarios de los trabajadores estarían sujetos a la fluctuación del tipo de cambio, lo que podría generar una licuación salarial y una mayor precarización laboral.
Además, el informe del CEPA señala que la dolarización de la economía tendría un impacto negativo en el sector productivo, especialmente en las pequeñas y medianas empresas. La imposibilidad de contar con una moneda propia para realizar transacciones comerciales y financieras limitaría su capacidad para competir en el mercado internacional y para desarrollar su actividad económica.
En ese sentido, Budassi se refirió a la situación de los bancos y los depósitos en pesos. En caso de una dolarización, las personas que tengan depósitos en pesos deberían transformarlos en dólares. Sin embargo, si no hay suficientes dólares en reserva para respaldar estos depósitos, los bancos no podrían hacer frente a la demanda de retiros.
En tanto, Budassi señaló que la dolarización de la economía tendría un impacto negativo en el mercado laboral y en el sector productivo. En un modelo dolarizado, solo los exportadores se verían beneficiados, mientras que el resto de la población sufriría una licuación salarial y una limitación de la capacidad productiva.