Luciano T. ex preceptor de un colegio de zona norte y Noelia Naporichi, integrante de nación Qom, se refirieron a la situación del barrio noroeste de Rosario tras los hechos de violencia que se sucedieron el pasado fin de semana

Luciano T. es preceptor y docente de historia y trabajó en la Escuela técnica Nº660 “Laureana Ferrari de Olazábal” de Empalme Graneros hasta diciembre de 2022. Noelia Naporichi, en tanto, es integrante de nación Qom. Ambos, conversaron con La Marca de la Almohada sobre la situación de violencia que transita el barrio noroeste de la ciudad desde hace varios años.

Luciano comentó: “La situación Empalme es de muchísimo miedo, es algo que no se viene desarrollando desde hace poco, sino que estos son años de violencia muy profunda”. Y agregó que desde la escuela, que se encuentra en el corazón del barrio, “siempre se ha intentado trabajar esto con los chicos, tratando de rearmar vínculos”.

“En este contexto de tanta violencia es todo muy complejo, la escuela y la comunidad están en una situación de mucho miedo e incertidumbre. Cuando los chicos empiezan a abrirse, las historias son terribles. Es una comunidad atravesada por la violencia”, expresó el docente.

En lo que atañe a la tarea docente en estos contextos, explicó: “Al ser un tema tan sensible, tampoco es tan sencillo abordar las situaciones. Es tratar de darles la palabra entre ellos, que se vayan abriendo. Uno trata de reforzar esta cuestión vincular. El miedo es algo que ya está muy naturalizado y a eso tenés que sumarle muchas otras situaciones”.

Finalmente, en cuanto a las perspectivas de futuro que observan en los chicos del barrio, el ex preceptor del colegio declaró que “Empalme tiene una historia de lucha muy importante y eso está impregnado dentro de la idiosincrasia barrial. Las expectativas van en busca, primero, de vivir en paz; y después de seguir estudiando, de jugar al fútbol”.

Por su parte, Noelia Naporichi, integrante de nación Qom, hizo referencia a los hechos que se sucedieron el pasado fin de semana en los distintos barrios de la ciudad: “La situación que se vivió en zona norte para nosotros fue un ultimátum. No es nada fácil enterarse un sábado a la noche, en dos comunidades, dos muertes. En una donde pasó lo de Maxi y en otra, donde pasó con unos jóvenes”.

Y aseguró: “Los gobiernos no están para velar por la seguridad de los niños. Ojalá no normalicemos todo lo que está pasando. Tenés a jóvenes que no hacen nada porque no tienen un lugar donde ir y terminan siendo captados”.

Además, Noelia expresó que “no hay un gobierno que ofrezca acciones para jóvenes y niños. Hay mujeres, chicas asesinadas en balaceras, que quedan en el medio de malentendidos o represalias. Todas víctimas muy jóvenes y yo siento la desolación y el olvido, creo que eso sentimos las comunidades indígenas”.

Sobre la pueblada del día lunes y la llegada de las fuerzas federales, contó que “las personas que están judicializadas, algunas son trabajadores de seguridad, de la policía que se supone que deberían estar cuidándonos. Un gran porcentaje son corruptos y eso lo sabe todo Rosario. Por eso, ¿de qué forma se puede volver a confiar?”, concluyó.