La medida ronda los 7 billones y fue licitada por el ministro de Economía, Sergio Massa tras reunirse con referentes de entidades bancarias y compañías de seguros
El titular de Hacienda se reunió el lunes pasado con referentes de entidades bancarias y compañías de seguros y acordó una propuesta de canje voluntario de deuda. La operación, que involucra 7 billones de pesos, será implementada el próximo jueves y permite pasar los vencimientos de marzo, abril, mayo y junio de este año para 2024 y 2025. También limita la posibilidad de especulación del mercado con los pasivos en moneda local.
En comunicación con La Marca de la Almohada el politólogo Diego Añaños explicó la medida y el panorama económico.
“El Gobierno viene absorbiendo pesos a través de dos mecanismos de Leliq y de Pases, muy parecido a lo que ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri, para tratar de desactivar la estampida bancaria y la inflación”, contó. Esto quiere decir que lo que se busca es que la gente “no compre dólares y que no se vaya el consumo, que no recaliente la economía por el número de transacciones”.
En cuanto al panorama que rodea al Gobierno, explicó que “tiene dos o tres frentes abiertos: los dos principales son el tema inflacionario en lo interno y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en lo externo. Por debajo de eso hay dos cuestiones, una es la cambiaria y la otra es el aumento de los pasivos remunerados del Banco Central, que es de lo que estamos hablando”.
La medida permite “trasladar el conjunto de pagos que se tenían que hacer en el segundo trimestre de este año al 2024 y 2025”, declaró. Y haciendo referencia a los dichos de Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop y diputado por el Frente de Todos, quien había manifestado que “este canje mejora el perfil de deuda, no aumenta ni disminuye el nivel de endeudamiento”, Añaños comentó: “Se le escapó, lamentablemente lo dijo: el Gobierno no está cambiando la deuda, lo que hace es modificar el perfil”.
También indicó que no se puede saber con anticipación qué es lo que pasará cuando se acerquen los vencimientos que fueron postergados, porque “esos períodos en Argentina son mucho más grandes que en cualquier lugar del mundo, el nivel de incertidumbre es gigante. Hoy pensar qué va a pasar en 2024 es imposible”.
Sobre de las razones del acuerdo, expresó que el Gobierno “necesita tiempo para despejar los horizontes de corto plazo. Los banqueros y las aseguradoras compran tiempo porque saben que si no se les viene encima un lío inmediatamente y porque apuestan que en el futuro alguna cosa pueda cambiar”.
Por último, señaló que “lo que está haciendo Sergio Massa es patear lo que se te prende fuego para tender lo que se recalienta. En un año muy complejo porque se está solapando una de las peores sequías, algunos cálculos estiman que el perjuicio va a ser de alrededor de 20.500 millones de dólares para el sector agroexportador”. Y que además, el ministro “le está pidiendo al FMI que le reconozca la obtención de algunas metas y que no le contabilicen dentro del déficit fiscal algunas cuestiones vinculadas a la inversión pública”.