La directora del Hospital de Niños Zona Norte y del Hospital de Niños Víctor J. Vilela repasaron las estrategias integradas de jurisdicciones, instituciones y sociedad civil en Rosario
Mónica Jurado es la directora del Hospital de Niños Zona Norte, dependiente de la provincia de Santa Fe, y Carolina Binner la vice directora del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, que depende de la Municipalidad de Rosario. Ambas profesionales estruvieron en los estudios de Radio Universidad para explicar, más allá de los números fríos de las estadísticas, el trabajo conjunto de instituciones, jurisdicciones, áreas y organizaciones sociales en procura de preservar los derechos de niños, niñas y aodlescentes en un contexto de una creciente violencia que reco0noce varios tipos, y que está potenciada por los mercados ilegales y el narcotráfico en la ciudad.
El año pasado (2022), hubo en el departamento Rosario 33 homicidios cuyas víctimas tenían entre 0 y 18 años. De ellas, 29 fallecieron por armas de fuego. Es la estadística, pero detrás de ella hay un trabajo territorial que intenta abordar los derechos vulnerados. La mirada más allá de las cifras es la que da la dimensión del problema.
Carolina aclaró que en 2022 registraron en el Vilela “menos ingresos por heridas de arma de fuego que otros años”. Eso no quiere decir que haya decrecido la vulneración de derechos de los menores. Ella y Mónica insistieron en que el abordaje no se da sólo, incluso no es el principal, en los hospitales monovalentes que conducen, sino antes, en los territorios, con los centros de salud y las instituciones locales, con la escuela, con la interacción de áreas de los gobiernos provincial y municipal.
Monica recrordó que los dos hospitales monovalentes más importantes del sur santafesino trabajan en conjunto en torno a los riesgos, las enfermedades crónicas y las agudas de alta complejidad. Y se enfocó en una definición amplia de violencia: “Es uso y abuso de sustancias, es crianza en lugares de riesgo, crianza en territorios atravesados por violencias de todo tipo, como maltratos y abusos”.
La profesional recalcó que no se trata de “contar números, sino profundizar políticas sanitarias que garanticen los derechos” de las infancias. Por eso, completó, “el objetivo es abordar no desde los hospitales y la cura sino antes, en los centros de salud del los territorios, las ONG, instituciones como los comedores, las escuelas. Es muy complejo”. Difícil por todas las aristas y porque, dijo, se trata de “varias generaciones en riesgo, con estos problemas”.
Carolina y Mónica hicieron foco en lo que produjo y promovió la pandemia. Por un lado, respecto de las vilencias, dejaron de funcionar espacios de contención de los chicos y chicas, como los clubes de barrio. “Muchos chicos quedaron circunscriptos a familiar en algunos casos disfuncionales, y hubo un aumento de familias con imposibilidad de una crianza adecuada de los hijos”. Por el otro, la crisis desatada por el covid empujó a un trabajo conjunto más aceitado entre las jurisdicciones provincial y municipal, con abordajes y estrategias coordinadas