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Rosario, cuna de migrantes

En el marco de la Fiesta de las Colectividades, la “Tertulia de viernes” giró en torno a la migración en nuestra ciudad

Tras dos años en que la pandemia impuso restricciones y condicionó la presencialidad, este año vuelve la Fiesta nacional de Colectividades. 

Del 11 al 20 de noviembre el Parque Nacional a la Bandera alberga el máximo acontecimiento cultural de Rosario. Las colectividades recobrarán su protagonismo para darle rienda suelta al tradicional festejo que marca un hito en la ciudad desde hace casi cuatro décadas.

Es por eso que, en esta ocasión, la “tertulia de viernes” giró en torno a la migración en nuestra ciudad.

“La cuestión inmigratoria cada día va cobrando mayor actualidad en la escena internacional”, expresó Mariana García, directora del grupo de estudios sobre migraciones UNR, en diálogo con los chicos de Apuntes y Resumen. 

Y añadió: “Si bien es un fenómeno que caracteriza al hombre desde sus orígenes, eso no quita que las identidades o los choques culturales o las transformaciones de las culturas sean un proceso en permanente en desarrollo y desenvolvimiento. Rosario es una ciudad portuaria que ha recibido históricamente migración, tanto transatlántica como migración regional”.    

Por su parte, la rosarina Antonela De Lorenzi, relató que su abuela es de Basilicata, Italia, y que llegó a nuestro país después de la segunda Guerra Mundial en un barco que demoró más de 20 días en llegar.

“Primero llegó a Buenos Aires y luego vino para Rosario, una ciudad que tantos inmigrantes acogió en esa época, los cuales realmente trabajaron muchísimo para construir lo que hoy tenemos en Rosario, esta cultura y tradición italiana tan fuerte”, contó Antonela. Y agregó: “Yo soy de la zona sur de Rosario y ahí está lleno de italianos. Esa época en la que todos vinieron fue muy distinta a la de hoy. Las generaciones actuales estamos intentando que esta tradición no se pierda”. 

Robby Glewileb, oriundo de Haití y miembro del grupo de estudios sobre migraciones de la UNR, afirmó que Argentina, y Rosario en particular, no tiene políticas públicas para personas migrantes. “Una persona migrante que llega a la ciudad tiene que hacer el esfuerzo para entender cómo funciona, no hay un espacio que vos digas voy a este lugar y me explican cómo funciona la sociedad”, comentó. Y aseveró: “Hay una diferencia enorme entre Haití y Argentina, yo veo todo con otra cosmovisión, con otra manera de ver a la gente, entonces existe ese choque cultural. En el grupo de estudios de migraciones tratamos de poner el enfoque en esa diversidad que existe en la ciudad”.

Lina Quispe Cruz, oriunda de Perú, hace 16 años que vive en Rosario y 10 años que trabaja la problemática migrante con el programa Uniendo Fronteras. “Soy representante de Perú en la Fiesta de Colectividades, estoy ahí como embajadora, estoy muy contenta”, afirmó. 

Ana arenillas, oriunda de venezuela, señaló: “Se juzga que el que sale de su país es porque tiene problemas allí, en mi caso siempre supe que quería salir y conocer otras cosas”. Y añadió: “Siempre digo que a mí me trajo el destino a Rosario, no fue algo que planeé, fue algo que apareció. El destino tenía mucha razón porque me encanta esta ciudad, la capacidad que tienen de abrirse a las otras culturas, a las otras personas, acá siempre tienen una sonrisa”.

Finalmente, Valeria Delgado Angel, oriunda de Colombia, contó que vino a Rosario a los 18 años y que no vino por “algo puntual”. “Allá tenía mi vida, vine a conocer y la verdad que me gustó y decidí quedarme. El argentino no se da cuenta de lo que es en sí. A mí la cultura argentina me enamoró”, manifestó.

Y concluyó: “El hecho de que absolutamente todo lo que pasa es una excusa para celebrar, de compartir todo. No me siento tan lejos porque acá son tan amigables. Me enamoró por completo este país, soy muy feliz acá”.