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“El silencio de los ausentes nos interpela”

El “derecho de admisión” a Cuba, Venezuela y Nicaragua fue parte del discurso de Alberto Fernández en la Cumbre de las Américas, en el que trató varios temas

* Por Alejandro Arnoletti

Con fuertes declaraciones políticas transcurrió una nueva edición de la Cumbre de las Américas. La novena reunión se llevó a cabo en Los Ángeles y estuvo signada por la ausencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua luego de que Estados Unidos decidiera no invitarlos bajo el pretexto de “no respetar la democracia”. Esta decisión motivó que algunos países se bajaran del evento y otros, como Argentina, manifestaran su rechazo a la medida.

La presencia del presidente Alberto Fernández estuvo en duda durante varios días a raíz del rechazo a los mencionados países, pero al ser el titular de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) finalmente concurrió. Su par de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su enojo a la medida y decidió no concurrir a la cumbre porque “no participan todos los países del continente americano”. Una medida similar tomó el mandatario de Bolivia, Luis Arce, a modo de protesta. Tampoco dijo presente Xiomara Castro, jefa de Estado de Honduras. Entre los ausentes también figuró el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, aunque por haber contraído covid.

El discurso de Alberto Fernández prometía ser duro y estuvo a la altura de las expectativas. Los ocho minutos (con tiempo adicionado) abordaron una multiplicidad de temáticas. Geopolítica, el reclamo por Malvinas, el funcionamiento del BID, cuestiones internas como el proyecto para gravar la renta inesperada, y la denuncia por el “endeudamiento insostenible” que tomó el macrismo fueron alcanzados. 

Definitivamente hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas. El silencio de los ausentes nos interpela. Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente”, resaltó en torno al rechazo a Venezuela, Cuba y Nicaragua. “Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la Guerra Fría y Venezuela tolera otro, mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas”, denunció y agregó: “Con medidas de ese tipo se busca condicionar a gobiernos, pero en los hechos solo se lastima a los pueblos”.

También manifestó su repudio al golpe de Estado que derrocó a Evo Morales en Bolivia y que contó con el apoyo de algunos países, como la Argentina macrista, pero en especial la Organización de los Estados Americanos (OEA). “Se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de estado en Bolivia. Se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas. Fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba, en las que el Papa Francisco medió, que habían significado avances logrados por la administración de Barack Obama, mientras usted era vicepresidente”, enumeró. 

Respecto a la causa Malvinas, Fernández reclamó que las islas no aparezcan en el logo de la Cumbre y dijo: “Argentina es un país pacífico. Seguimos reclamando por las vías diplomáticas los legítimos derechos que nos caben sobre nuestras Islas Malvinas. Seguimos confiando en el diálogo. Tras la tragedia de la pandemia, observamos a las guerras como el triunfo de la insensibilidad humana”. Es en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania que el presidente argentino se refirió a la renta inesperada: “Ante tanta desigualdad, debemos plantear la necesidad de políticas impositivas progresivas, aun cuando las élites domésticas nos presenten como un peligro para la calidad democrática. La renta inesperada que la guerra entregó como un regalo a grandes corporaciones alimenticias, petroleras y armamentísticas debe ser gravada para mejorar la distribución del ingreso”. 

En el marco del discurso se refirió a la política endeudadora de Mauricio Macri con aval del por entonces presidente estadounidense, Donald Trump: “La intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional, fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia”. “Lo hizo con el solo propósito de impedir lo que acabó siendo el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia sufre hoy todo el pueblo argentino”, denunció.

El canciller Santiago Cafiero, un día antes, había tenido un discurso que transcurrió por la misma vía que el del presidente. “Repartir sanciones y bloqueos van en la dirección contraria a la búsqueda de herramientas efectivas para combatir la desigualdad. Si no somos nosotros, si no son estos ámbitos los encargados de dar respuesta, de resolver injusticias que se prolongan en el tiempo, entonces para qué estamos”, reprochó. “Nadie puede pretender el imperialismo del pensamiento único, y justamente, repartir sanciones”, agregó.

Por otra parte y si bien aclaró que Argentina no se retirará de la OEA, criticó el rol golpista del organismo en Bolivia. “Nunca más debe legitimar procesos de desestabilización”, dijo y señaló que por el contrario debe “promover la integración”. “Mucho se habla sobre la lucha contra la desigualdad pero no se promueven prácticas cooperativas para atacar el flagelo que tenemos en Latinoamérica”, resaltó. 

Tras las críticas argentinas, de otros mandatarios y manifestantes, Luis Almagro, presidente de la OEA, tomó la palabra este viernes. Allí comparó a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua con los dictadores que regaron de sangre a Latinoamérica. “No me hubiera gustado que Pinochet, Videla y Gregorio Álvarez estuviesen en esta sala”, dijo. Afirmó que “la dictadura no es un tema de ideologías” y llamó a “trabajar en conjunto con los países de la región y cooperar a favor de los derechos humanos de los ciudadanos”. “Nuestra empatía debe estar con las víctimas de las dictaduras. Esos son los pueblos que deben estar representados aquí”, agregó.

El análisis de Coco López

En su programa “Rompiendo los Cocos”, el analista internacional criticó la postura de la oposición argentina luego del discurso de Alberto Fernández. “La oposición solo habla de Cuba y Nicaragua, como si el presidente solo hubiera hablado de ello. Se refirió a la OEA, a los golpes, a Malvinas, al funcionamiento del BID, a la inequidad en América Latina. La oposición sigue con el canto de que no los deja tranquilos de que se hable bien de los regímenes dictatoriales, como criticó Lareta”, expresó. “El discurso del presidente es minimizado porque Kulfas fue a la Justicia y Juntos por el Cambio lo quiere citar al recinto. Al discurso de Fernández debemos sumar la invitación a Biden para que venga en diciembre a la reunión de la CELAC”, sostuvo. 

Por otra parte repudió el mensaje del titular de la OEA. “El discurso de Luis Almagro es el típico de una persona que se siente débil y contraataca de la peor manera, comparando países que te pueden gustar o no pero no se pueden equiparar con Videla, Pinochet o Gregorio Álvarez”.