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100 años de literatura y cine

La literatura santafesina es proveedora de historias que han pasado al cine, desde 1909. Un libro presenta los 66 casos de esta recopilación centenaria

* Por Alejandro Arnoletti

Una ardua investigación de la historia de la cinematografía nacional y de la literatura santafesina se ve reflejada en un libro de reciente publicación. “Cien años de cine y literatura santafesina” recorre las producciones del arte más relevante del siglo XX, con largometrajes que nacen de la literatura de escritores oriundos de la provincia.

El autor del trabajo es el licenciado en Comunicación Social por la UNR, Paulo Ballan. Actualmente se desempeña como docente en dicha carrera y en el Postítulo en Periodismo y Comunicación, ambas en esta casa de altos estudios. Su producción combina datos históricos con anecdóticos, analiza films con la bibliografía de los autores y establece lecturas críticas pertenecientes a cada período histórico de la provincia y del país.

El libro está compuesto por un estudio preliminar y por siete capítulos que abarcan toda la historia de la cinematografía nacional, desde 1909 a 2017. Fue elaborado en tres períodos de investigación: informativa; contextualizando la información recabada y analizando, criticando y valorando los productos. Cada uno de los segmentos en los que está dividida la publicación está delimitada por los momentos históricos que afrontó el país social y políticamente.

Cuentos, novelas, obras de teatro, poesías, ensayos, novelas de no ficción. Todas ellas sirvieron de punto de partida para la producción fílmica y también se especifican películas que fueron la base de posteriores libros. Por lo tanto los lectores podrán encontrar el diálogo de diferentes expresiones artísticas de obras cinematográficas y piezas literarias.

“Cien años de cine y literatura santafesina” fue ganador de Becas Nacionales 2015 para el desarrollo de la investigación, en el rubro Letras, del Fondo Nacional de las Artes. También del Programa Estímulo Espacio Santafesino + Industrias Creativas 2017, del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe. El proceso de impresión se desarrolló en la UNR Editora.

El portal de Radio UNR entrevistó al autor del libro, el Lic. Paulo Ballan:

¿Por qué decidió dividir el libro en siete capítulos separados por momentos históricos del país?

Son diferentes etapas, períodos de la historia. Cuando hacía los lineamientos de los historiadores argentinos, se dividía en esos períodos. Coinciden con cambios de época en lo político, cultural y con variaciones tecnológicas. El primer capítulo es de 1910 a 1930, con la primera película de ficción con argumento, en 1930 termina el ciclo del cine silente y en 1933 comienza el cine sonoro. Ese período me permite hablar de un tipo de cine, de un modo de producción y de una transformación del 30 a partir del primer golpe de Estado. Desde allí a la mitad del 50 es el período de los grandes estudios cinematográficos y ahí me permite hablar del preperonismo, el peronismo y termina con el 55, que se abre con el postperonismo. Y también por cambios tecnológicos y culturales: van desapareciendo en cadena los grandes estudios de cine que se habían creado en Argentina siguiendo el modelo cinematográfico hollywoodense y nace una narrativa audiovisual. Hay una camada de jóvenes muy influenciados con el cine de posguerra europeo y con el laburo de quienes no podían alquilar los grandes estudios. Muchos estaban cerrando, no tenían el financiamiento del Estado como en la época del peronismo y empiezan a sacar la cámara afuera y filman en la calle. Allí nace el Nuevo Cine Argentino, con muchas influencias de la Nouvelle Vague francesa y el neorrealismo italiano. A medida que voy avanzando en esta cadena de la historia me permite comenzar y cerrar todo un ciclo. En cada capítulo hago una breve introducción histórica, social y política para decir qué es lo que pasaba en Argentina y Santa Fe.

¿Cuánto de los momentos históricos se ven reflejados en las obras? ¿Tienen relación?

Se puede establecer un diálogo, no de manera directa pero siempre las obras y las realizaciones están marcadas por cierto clima de época y ciertas resonancias. A partir de ahí se pueden encontrar algunas cuestiones que hablan de lo de Santa Fe. Aclaro que de ninguna manera intento alcanzar un objetivo “santafesinista” y descarté la idea de tratar lo que sería el “arte santafesino”.

Ud. en el libro justamente marca esa apreciación acerca de los límites…

Totalmente. Los límites son dinámicos y difusos. Pero me sirve para establecer un recorte. Si bien esa decisión es arbitraria tiene este fundamento. Y ahí encuentro un diálogo muy interesante con artistas y creadores santafesinos, que vivieron o hablan de la provincia, que han hecho producciones a nivel nacional siendo guionistas o los principales en aportar ideas para el desarrollo de un argumento original de un largometraje.

¿Cuáles son las temáticas elegidas para llevar al cine?

Sumamente variadas. Podés encontrar “cine tango”, podés encontrar presencias del surgimiento del cine policial, películas que tienen que ver con novelas verídicas (que se podría mencionar como no ficción, pero no lo prefiero), como el trabajo de Osvaldo Bayer con la “Patagonia Rebelde” o la de Rafael Bielsa en la película que filmó sobre “Operación México”. También producciones de historietas llevadas al cine y uno piensa en Fontanarrosa y cómo “Boogie, el aceitoso” aparece en la pantalla grande. Encontré en la primera época a grandes dramaturgos como David Peña, muy preocupado por el revisionismo histórico; en González Castillo, un dramaturgo muy interesado en el drama social con una postura anarquista. También mujeres estupendas que aparecen reivindicando cuestiones del rol femenino, como Emma de la Barra, que tenía que escribir con un seudónimo porque a principio de siglo no estaba bien visto que una mujer forme parte del mundo de las ideas y de los grandes debates teóricos.

De hecho Emma de la Barra es la única mujer que aparece en los primeros dos capítulos del libro

Ella necesitaba firmar con el seudónimo de César Duayen para poder publicar. Iba descubriendo artistas notables que han sido muy críticos y que han tenido una mirada muy interesante sobre las pautas sociales en diferentes épocas. Su libro es muy interesante por cómo critica a la aristocracia porteña de finales del siglo XIX. En un libro publicado en 1905 critica al poder y al poder machista. Es sumamente actual en las críticas que marca sobre los hombres de poder y cómo se manejaba la sociedad en ese momento. Inventa una mujer que viene de Noruega y desde esa mirada critica ciertas cosas con “extrañeza”. Tiene total y absoluta actualidad.

¿Por qué el hilo histórico de su presentación va de la mano con los estrenos de las películas?

Ellas son las que me permiten dar a modo de excusa de una antología de notables escritores. Se fue dando de hecho porque los directores de cine sin ponerse de acuerdo iban eligiendo un autor porque pensaban que representaba determinadas cuestiones que eran sumamente importantes para plasmarlas en la pantalla grande. Lo que hago es rastrear puntos en contacto que tienen que ver con escritores que han nacido en Santa Fe. Son alrededor de 66 películas a lo largo de 100 años que me permiten ir y venir de lo local a lo nacional, de lo nacional a lo local, de ahí a lo regional e inclusive se incluyen películas que se filmaron en el exterior y tomaron a autores santafesinos.

¿En el libro aparecen todas las películas?

La idea fue esa. Tomar el amplio espectro de la literatura y en ese sentido desde cuentistas o novelistas a autores de letras de tango, historietistas, etc. Ellos después fueron tomados para el guión de desarrollo cinematográfico. Lo que se descartó fueron los cortometrajes, mediometrajes o documentales sobre determinados autores.

Salvo “El fusilamento de Dorrego”

Totalmente. Me pareció que era un dato que no se podía pasar por alto porque la figura de David Peña es importante. Es fundamental como notable dramaturgo y divulgador de una reconstrucción de la historia, desde otra óptica discutiendo la oficial. Si bien el revisionismo fue un movimiento que surgió después de él su intención era la de mostrar otra faceta de la historia, claramente antimitrista

¿Cuánto tiempo le llevó la investigación?

A medida que iba citando autores me daba cuenta de que cuando tenía 15, 16, 20 años los había leído. Me es muy difícil determinar cuánto tiempo tardé. Le eché mano a muchísimas discusiones o charlas de hace mucho tiempo. Si lo tengo que marcar en los tiempos presenté el proyecto de investigación en 2015 en el Fondo Nacional de las Artes, en 2016 gané la beca para investigación, en el 2017 presenté el libro en Espacio Santafesino para la edición.