José Luis Tabares, director general de Intervenciones Emergentes de la secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat, analizó la problemática de las personas en situación de calle. Aunque la demanda crece por el frío, durante todo el año se trabaja con un grupo de entre 30 y 40 personas
Aunque frente al pronunciado descenso de la temperatura la demanda crece, los refugios municipales trabajan durante todo el año con una población de entre treinta y cuarenta personas en situación de calle, según estimó José Luis Tabares, director general de Intervenciones Emergentes de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat.
“En el invierno siempre la demanda sube porque es más duro poder soportar el frío. Trabajamos con una población que se mantenía entre treinta y cuarenta personas. Y unos quince que iban rotando por semana. En el invierno, a los dispositivos que el municipio tiene abiertos todo el año, se le suma Sol de Noche, que está abierto de mayo a septiembre. Eso permite descomprimir el de Felipe Moré al 900”, detalló el funcionario en La Marca de la Almohada.
En el refugio de calle Felipe Moré se trabaja con varones mayores de 18 años, a los que se aloja durante la noche. Allí pueden descansar, bañarse, cenar y desayunar. Durante la mañana se retiran, pero los lunes, martes y miércoles también funciona un centro de día en el que se trabajan distintos talleres, con énfasis en el consumo problemático. “Es un foco importante para trabajar con esa población”, explicó Tabares.
“En 2021 hicimos un censo con la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y con las organizaciones que trabajaban esa temática y nos había dado 497 personas en situación de calle. Aclaro que, en ese momento, cuando lo hicimos, no estaban abiertos los refugios. Era post pandemia. Comenzamos Felipe Moré el año pasado y Caritas lo venimos sosteniendo desde la pandemia. Son refugios que el municipio decidió abrir todo el año. Años anteriores era sólo por el invierno: se abrían en mayo y cerraban en septiembre”, aclaró sobre la modalidad que se impuso para trabajar con personas sin hogar.
El año pasado, explicó Tabares, se tomó la decisión de sostener abiertos algunos espacios todo el año al evaluar que, si bien las bajas temperaturas complejizan la situación, “la población necesita tener un espacio para bañarse y dormir todo el año”.
“Eso nos da la posibilidad de poder trabajar los casos que van ingresando. Cuando hacemos la recorrida en calle vamos tomando contacto con la persona, la documentación, la relación con la familia. Estar en el refugio nos permite profundizar el trabajo con esa persona. Aparte del refugio nocturno tenemos un hostal que funciona 24 horas. Ahí tenemos un equipo de salud con médicos, psiquiatras, operadores. Ahí uno puede trabajar la integralidad. La idea es poder derivarlos, hacer talleres. Cada caso tiene una problemática particular”, indicó. Tabares destacó que aquellos vecinos que quieran alerta sobre personas en situación de calle pueden hacerlo a través del 147 o de la propia página de la municipalidad.