Un sondeo de la consultora Zuban Córdoba en todo el país registró adhesión dispar entre el candidato libertario y sus propuestas, como dolarización o privatizaciones. A la vez, el mayoritario rechazo de los encuestados a la gestión nacional no se traduce en intención de voto a los dirigentes que más la critican
Zuban Córdoba tiene 20 años de trayectoria en comunicación política, investigación y consultorías. Entre el 11 y el 16 de abril, realizó una encuesta nacional con cuestionario domiciliario y un universo muestral de 1300 personasl sobre el panorama electoral 2023. Las conclusiones del trabajo fueron revaluadas ante la renuncia del presidente Alberto Fernández. Apuntes y Resumen repasó el informe con Clara Schettini, polítologa y procesadora de datos en la consultora.
Uno de los datos sobresalientes refiere a cómo consideran los encuestados las propuestas electorales que hasta ahora se lanzaron al ruedo. Sobre todo, las de más repercusión mediática, como la de la dolarización de la economía. La autoría le corresponde a Javier Milei, referente del espacio La libertad avanza. Schettini destacó que esa idea radical –calificada como técnicamente impractible hasta por economistas ortodoxos– no goza de gran respaldo, incluso, entre quienes se declaran a favor del candidato ultralibertario. En general, sólo la avala poco menos que el 30%, y entre los libertarios, un 67%, cifra llamativa porque es estandarte de la propuesta.
Respecto de la prédica anti-Estado, tampoco parece haber permeado desde lo mediático a las opiniones de los ciudadanos, al menos según la encuesta cordobesa: sólo está de acuerdo una cuarta parte de los consultados.
Otra de las conclusiones significativas refiere a la jerarquía que los entrevistados asignan a la libertad individual y el bienestar social, un eje expuesto casi como dicotomía por sectores de centro derecha. El 66,5% respondió que considera más importante la segunda noción.
En la misma línea, siempre según el trabajo de Zuban, tampoco acaparan simpatías otras propuestas emanadas del mismo universo ideológico. Por ejemplo, el 68,2% de los entrevistados está en desacuerdo con la privatización de la petrolera de bandera YPF, y el 49,2% no acompaña la eliminación de subsidios o planes sociales.
Ni los unos ni los otros
Schettini resaltó que los altos niveles de desaprobación del Ejecutivo nacional (un 68,7% de imagen negativa) y de su rumbo (76,1% opina que va en la dirección incorrecta), además del 62,2% que responde afirmativamente a la consigna “Hace falta un cambio de Gobierno”, no alcanzan a ser capitalizados por la oposición. Muestra de ello es que ninguno de los dirigentes que son posibles candidatos presidenciales a uno u otro lado de la grieta cosecha un nivel de adhesión superior al 37%. A ese máximo llega el actual jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y con escasa ventaja sobre quienes lo siguen: Patricia Bullrich (36,3%), Sergio Massa (35,6%) y Cristina Fernández (34%). Milei suma también el 34%, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el 28%.
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