El párroco argentino de Juliaca debió salir de Perú a causa de los hostigamientos que sufrió luego de haber denunciado la represión del gobierno. Logró volar a Argentina el 13 de enero pasado
“La única manera de que este país se pacifique es con la renuncia de Dina Boluarte”, dice en un video publicado en TikTok el padre Luis Humberto Bejar desde Juliaca, la ciudad donde el 9 de enero asesinaron a 17 peruanos que se manifestaban contra el gobierno de la presidenta.
Bejar salió del Perú luego de que el obispo de Puno, Jorge Pedro Carrión Pavlich, le pidiera que se tome un “año sabático” y le advirtiera que podía ser acusado de terrorista. En diálogo con La Marca de la Almohada, comentó: “Aquí se vive el desprecio, el racismo hacia las culturas andinas. El empoderamiento que tienen ahora es fundamental para la reconstrucción de la república”.
El cura viajó a la Argentina con la ayuda fundamental del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, que se puso al hombro su causa. Ellos hablaron con el Papa, con el Nuncio en Lima y con la Cancillería. Salió de Juliaca en la madrugada porque poca gente sabía de su partida. En el camino se cruzó con algunas manifestaciones, pero lo dejaron pasar porque lo reconocieron. Caminó dos horas y media hasta llegar al aeropuerto de Arequipa y de ahí partió a Lima. Finalmente llegó a la Argentina el lunes 16 de enero.
La situación política en Perú está mostrando se recrudece, en donde el estallido social escaló en violencia y persecución. “Los pueblos relegados en América Latina vienen arrastrando un desprecio y racismo de larga data. “Pedro Castillo representa el interior, representa la marginación. La representación de Pedro Castillo es la visión del interior y la clase oligárquica peruana manifestó en varias oportunidades ‘los indios y los blancos’, esa es la representación de su clase”, exclamó Bejar.
En tanto afirmó: “El pueblo no retrocede, ahora se están organizando jóvenes por el ataque a la Universidad de San Marcos. A Lima lo están cercando, a mí me parece muy bien. El Congreso es muy fuerte en cuanto a la defensa de los intereses de grupo y muy débil en torno a tomar políticas de bien común”.