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Sesión por universidades y el Garrahan terminó con gritos, pero se logró avanzar en el debate

En una jornada tensa, la oposición forzó el tratamiento en comisiones de los proyectos para aumentar el financiamiento educativo y declarar la emergencia en salud infantil. Cruces entre Unión por la Patria y La Libertad Avanza marcaron el cierre anticipado del debate

La Cámara de Diputados fue escenario este miércoles de una sesión atravesada por tensiones, interrupciones y gritos, en el marco de una discusión centrada en dos temas sensibles: el financiamiento de las universidades públicas y la declaración de emergencia del Hospital Garrahan. A pesar del caos legislativo y los cruces verbales entre legisladores de Unión por la Patria y La Libertad Avanza, los bloques opositores lograron su principal objetivo: emplazar a las comisiones de Presupuesto y de Salud para que aborden estos temas antes del 8 de julio.

La sesión fue convocada por el bloque radical Democracia para Siempre y acompañada por diversos sectores de la oposición. Además de las iniciativas educativas y sanitarias, se incorporaron proyectos sobre PyMEs, juicio por jurados, reforma del régimen de decretos de necesidad y urgencia (DNU), huso horario nacional y retenciones agropecuarias, que van desde su reducción progresiva hasta su eliminación.

El tratamiento de estos temas en el recinto fue posible gracias a la estrategia de votación de “emplazamientos”, una herramienta legislativa utilizada por la oposición para forzar la actividad en comisiones ante el bloqueo sistemático del oficialismo, que mantiene paralizado el funcionamiento de esos espacios clave para la vida parlamentaria.

El oficialismo, por su parte, expresó su rechazo a estos debates por considerarlos de alto impacto fiscal, en sintonía con la política de ajuste del presidente Javier Milei. Desde la Casa Rosada intentan evitar el avance de cualquier iniciativa que implique aumento de gastos para el Estado, aun cuando se trata de sectores estratégicos como la salud y la educación.

A lo largo de la jornada, el debate fue escalando en temperatura. Acusaciones cruzadas, gritos e insultos subieron el tono de la discusión hasta que el presidente de la Cámara, Martín Menem, decidió levantar la sesión ante el desorden generalizado. El conflicto más fuerte se produjo entre diputados de Unión por la Patria y de La Libertad Avanza, que intercambiaron insultos sobre el uso “político” de temas sociales de alta sensibilidad.

Pese al escándalo, la oposición logró arrancar un compromiso institucional: el 8 de julio se reunirán las comisiones correspondientes para dictaminar los proyectos de ley. Hasta entonces, tanto las universidades como el Hospital Garrahan continúan en estado de alerta, sin certezas sobre el futuro de sus presupuestos en un contexto de creciente crisis y recortes.

La expectativa está puesta en que ese debate en comisión permita encaminar una solución a demandas que ya movilizaron a cientos de miles de personas en todo el país. Pero también se trata de una nueva prueba para el equilibrio de poder en el Congreso y la capacidad de las distintas fuerzas para llegar a acuerdos en medio de un clima político cada vez más polarizado.