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Ni una Menos: “Con avances y retrocesos proponemos la unidad en la diversidad para dar la batalla cultural”

Majo Poncino, integrante del colectivo #NiUnaMenos dialogó con Apuntes y Resumen sobre la marcha en Rosario a 10 años del 3J y brindó su mirada sobre la actualidad. “Es un problema complejo en contexto de emergencia con un Estado que se retira y una justicia que llega tarde”, dijo.

Este martes se lleva a cabo la marcha “Ni una menos”, que tiene lugar cada 3 de junio en conmemoración por el 10° aniversario del femicidio de la adolescente Chiara Páez en el año 2015. El punto de encuentro en esta ocasión será la plaza 25 de Mayo (Buenos Aires y Santa Fe) alrededor de las 17 con finalización en la plaza San Martín y las escalinatas de la sede local del Gobierno provincial (Santa Fe y Moreno).

Este 3 de junio se cumple la primer década del grito desgarrador del “Ni una Menos” en Argentina y los números siguen siendo agobiantes. En 2024 se registraron 124 femicidios en Argentina, 11 de ellos en Rosario; el 60% de los feminicidos cometidos fueron llevados a cabo por miembros de su círculo íntimos. En la última década existen un promedio de 20 denuncias por día de violencia doméstica, según registros de la Corte Suprema lo que da cuenta de más de 7000 mujeres por año.

En diálogo con Radio UNR, Majo Poncino, integrante del colectivo #NiUnaMenos,  analiza que “no estamos paradas de igual manera desde el momento en que surgió el Ni Una Menos, pero la violencia por motivos de genero sigue siendo una problemática social y que se vive de diferentes maneras y modalidades”.

La militante del colectivo feminista recuerda que “nuestra ciudad tuvo una gran movilización al Monumento a la Bandera y en estos diez años hemos avanzado en un marco de igualdad jurídica, visibilización del problema, en los debates que nos han traído hasta acá en cuanto a las violencias estructurales y el silencio cómplice y hoy esa consigna es bandera en el país y en el mundo y podemos ponerla en agenda”.

“Seguimos poniendo en agendas integrales y que no solo son números. Es un problema complejo que hay que abordarlo de manera integral y no solo lo podemos debatir entre los colectivos de mujeres”.

Majo Poncino alertó que “también existen retrocesos con discursos de odio y la retracción de las políticas públicas a nivel nacional por esto nos pone en contexto de emergencia con un Estado que se retira del acompañamiento o se precarizaron a estas trabajadoras y trabajadores que llevan a cabo estos dispositivos y nos ponen en mayor grado de vulnerabilidad en su integridad”.

Al mismo tiempo sostiene que “existe una justifica que no da cuenta y sigue llegando tarde; una salud que desabastece y no da las condiciones de vidas a todas y en eso podemos pensar que nuestra vida está totalmente precarizadas e indignas y quienes sufren las mayores violencias son las mujeres y las diversidades”.

EL CONTEXTO DE “NI UNA MENOS”. “Estamos transitando una crisis de representación junto a la política, económica y social y esto queda de manifiesto”, dijo.

“Desde la Asamblea Lesbotransfeminista buscamos otras formas de expresarlo. Dicen que hoy el feminismo no garpa porque somos responsables de la situación en la que vive nuestra sociedad por eso Milei nos puso como enemigas junto a otros colectivos. Hace diez años atrás todo el mundo salía a marchar por el Ni Una Menos. Tenemos que disputar esto pero la responsabilidad es colectiva y conjunta desde la sociedad, no solo nosotras. No queremos permitir que esto se normalice y se naturalice. Necesitamos de todos los actores para una sociedad y una ciudad más igualitaria y vivible”, señaló la militante social.

Majo Poncino dijo: “Proponemos la unidad en la diversidad y la batalla cultural nos tiene que convocar para no retroceder. Tenemos el objetivo este de no quedarnos solamente con consignas sino que tenemos que ir por las políticas públicas y darle mayor contenido a la lucha. Nos quieren llevar a profundizar la batalla cultural porque el gobierno quiere demostrar que la política es el problema y que el feminismo es el problema. Por ende la resistencia bien organizada es traspasando el Ni una Menos como punto de inflexión a las violencias, con más organizaciones, más lucha y en la calle, porque en definitiva seguimos marchando para decir basta y ponerle un freno a la violencia machista”.