Angie Alvarez Gasco, periodista de UNI Radio de Uruguay, de la UDELAR, realizó una crónica en la previa de su velatorio y el acompañamiento por parte de la ciudadanía para Apuntes y Resumen. “Hubo tres kilómetros de marcha a paso humano con cientos de personas”, contó.
Este miércoles comenzó el cortejo fúnebre José “Pepe” Mujica, el expresidente uruguayo, exguerrillero y un referente de la izquierda a nivel internacional, que murió este martes a los 89 años.
El cortejo fúnebre partió desde la Plaza Independencia. El presidente de la República, Yamandú Orsi, acompañó a su viuda, Lucía Topolansky, en el inicio de la ceremonia, y fue el encargado de colocar el Pabellón Nacional sobre el féretro de Mujica, que fue llevado en una “cureña” tirada por seis caballos.
“Ha sido una movilización multitudinaria en un día laborable con mucha gente acompañando el féretro. En las afueras del Palacio Legislativo hay cientos y cientos de personas a la espera de lo que suceda en las próximas horas”, dijo la periodista uruguaya.
El cortejo tuvo un recorrido de tres kilómetros “a paso humano” por la Avenida 18 de julio y por lugares emblemáticos en la historia política del Pepe Mujica como lo son la sede del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, por la Huella de Seregni y por el local del Movimiento de Participación Popular (MPP).
El velatorio de Mujica será abierto al público, por lo que aquellos que deseen podrán concurrir para darle el último adiós al expresidente. Se espera que las puertas se abran a las 15:00 de este miércoles para poder acceder.
El velorio contará con una serie de pasos protocolares, incluyendo una formación del Batallón Florida y, luego, se estima una media hora de ceremonia íntima con el entorno más cercano de Mujica. Inmediatamente después se espera a unos 300 allegados al expresidente y su familia, que forman parte de la organización de la despedida, y finalmente se dará el acceso del público.
El cuerpo de Mujica será cremado en una sesión íntima, al final de esta semana. La última voluntad de Pepe era que sus restos descansaran junto a los de su perra, Manuela, en su chacra de Rincón del Cerro.
Fuente: El País – Uruguay
