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Punibilidad de menores: “No hay racionalidad en estas propuestas sino medidas demagógicas”

Así lo dijo Claudia Cesaroni, magister en Criminología e integrante de la red argentina #NoBaja en diálogo con Apuntes y Resumen ante el un dictamen de mayoría de un proyecto de reforma del régimen penal juvenil que baja la edad de imputabilidad a los 14 años.

El gobierno nacional y los bloques de la oposición dialoguista lograron esta tarde suscribir un dictamen de mayoría de un proyecto de reforma del régimen penal juvenil que baja la edad de imputabilidad a los 14 años.

La iniciativa, acompañada por La Libertad Avanza (LLA), el PRO, la UCR, un sector de Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Innovación Federal y la Coalición Cívica, superó en firmas al dictamen de Unión por la Patria (UxP), que mantiene a los 16 años como umbral mínimo de punibilidad.

Este tema es un debate de la dirigencia política y para la abogada recibida en la UBA (Universidad de Buenos Aires), Claudia Cesaroni hay que “insistir en hablar de punibilidad y no imputabilidad”.

Lo explica diciendo que “se le puede imputar a un niño de 8 años por ejemplo por un hecho violento, lo que no se puede hacer es seguir el proceso penal. El juez puede decir que lo imputa por el hecho pero inmediatamente lo tiene que sobreseer y dirigirlo al área de derechos. Tiene que haber una intervención estatal pero no dentro del derecho penal, no puede ser sometido a un proceso penal que impone una sanción”, señaló Cesaroni en los micrófonos de Radio UNR.

“La escuela esta para educar no el sistema penal, para eso están las áreas del estado como educación o salud, si es que tiene problemas de adicciones, para tratar estos temas”.

Para Cesaroni no es novedad este debate. “La vez que más se avanzó en una sanción fue en 2009 en el gobierno de Cristina Fernández de Kichner, por lo cual recorren diversas fuerzas políticas este tema. En ese momento casi por unanimidad fue aprobado un proyecto en el Senado que le dio media sanción y luego no fue aprobado en la Cámara de Diputados”.

“Ahora el gobierno propuso bajarlo a 13 años, cuando la misma ministra de seguridad de la Nación de hoy, en el gobierno de Macri quería bajar a 15 años. Por lo que me pregunto: qué pasó ahora para que la misma política quiera incorporar a miles de niños con esa baja de dos años”, dijo.

Para la magister en criminalidad “no hay racionalidad en estas propuestas sino medidas demagógicas que intentan contactar con demandas de la sociedad. En sus discursos dicen que “la sociedad nos pide”, usan esas frases para justificarla”, señala.

EL CASO ROSARINO

“En algún momento Rosario era una ciudad pensada para los niños y ahora por este ejemplo del adolescente que mató al playero se piensa este proyecto. Tenemos que ver si este pibe es un eslabón de los más bajo en la cadena delictiva, entonces posiblemente sea una víctima del mismo”, dijo.

“Los argumentos dicen que son utilizados por las bandas criminales, entonces tenemos que decir que son víctimas también”, dijo Cesaroni aclarando que “es difícil decirle esto a las familias de los damnificados, pero hay que decirlo”, por lo cual advierte que “probablemente los pibe ‘utilizados’ ahoa pasaran a ser de 13 años o de 12 años. Entonces qué hacemos, volver a bajarla”.

Para la especialista “hay muchas cosas por hacer, pero fuera del sistema penal. El proyecto de ley plantea penas de 15 años, toda su primera vida preso. Le estamos mintiendo a la sociedad porque no se hace nada para reeducarlo y dicen que van a crear lugares adecuados cuando hoy tenemos 13 mil personas menores presas en comisarías”.

ESTADÍSTICAS CON NOMBRE Y APELLIDOS. “Los casos tienen nombres y apellidos porque son muy pocos, quiero ser muy cuidadosa porque los casos son tremendos por la violencia y la conmoción que generaron, ahora cuando hablamos de estadísticas tenemos que separarlo de los números fríos y son dos casos en un lapso de un poco más de un año. Son irrelevantes desde el punto de vista estadístico, no decimos que son irrelevantes las muertes de Kim o la del playero de Rosario. Pero cuando decidimos políticas públicas tenemos que ver las estadísticas porque si los casos son tan pocos hay que trabajar con esos pibes puntuales. Pero como sociedad nos satisface más meterlo 15 años presos y ni saber que pase cuando salga libre”, afirmó Cesaroni.

“Generalmente estos pibes no morfan como corresponden, no tiene acceso a los derechos de salud o educación y vidas personales ya destruidas como los casos que sabemos. Hay que decir esta verdad”.