La Justicia ordenó la intervención de Vicentin por 120 días tras los reclamos gremiales por la falta de pago de salarios. Los trabajadores de las plantas de Ricardone, Avellaneda y San Lorenzo iniciaron una huelga total, mientras el SOEA advierte con extenderla a nivel nacional

La Justicia resolvió intervenir nuevamente a la empresa Vicentin por un plazo de 120 días, en respuesta a los reclamos gremiales por la falta de pago de salarios y los graves problemas financieros que atraviesa la compañía. La decisión, tomada por el juez Fabián Lorenzini, implica el regreso de los veedores Guillermo Nudenmberg y Andrés Schocron, quienes ya habían intervenido la empresa hasta agosto del año pasado.
En paralelo, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) inició una huelga total en las plantas de Ricardone y San Lorenzo, en reclamo por el pago de los salarios de febrero, de los cuales solo se abonó el 30%. Federico Calderón, secretario de Prensa del SOEA Rosario, explicó en diálogo con La Marca de la Almohada que “los compañeros de Vicentin Ricardone, Avellaneda y San Lorenzo siguen de paro por haber percibido solo el 30% de los salarios”.
Calderón criticó a la empresa por su falta de recursos para pagar los haberes completos, a pesar de estar operando con normalidad. “Desde la empresa emitieron un comunicado diciendo que no tienen recursos para pagar, pero ellos están envueltos en un conflicto por la intervención del gobierno anterior. Si están trabajando con normalidad, deben cobrar su salario completo”, afirmó.
La medida de fuerza comenzó tras una audiencia fallida con la Secretaría de Trabajo, en la que Vicentin no brindó certezas sobre cuándo pagará el 70% restante de los salarios. El SOEA advirtió que, si la Federación de Aceiteros se suma al reclamo, la huelga podría extenderse a nivel nacional, afectando a todo el sector.
“Luego de más de dos meses de vencida la paritaria, que se juntó con el conflicto en Vicentin, decidimos una huelga por tiempo indeterminado. Sobre la última hora de la noche nos notificaron de la conciliación obligatoria, que acatamos”, detalló Calderón.
Vicentin enfrenta una grave crisis financiera que le impide cumplir con sus obligaciones salariales. La empresa atribuye la falta de fondos a la escasez de materia prima para procesar y a la dificultad para cerrar nuevos acuerdos comerciales. Sin embargo, los trabajadores exigen que se priorice el pago de los salarios, ya que la empresa continúa operando.
“La paritaria venció en diciembre, y desde entonces hemos tenido reuniones para reactivarla, pero el gobierno nacional dilata un acuerdo poniendo un techo que no nos conforma. Seguimos en diálogo, pero nos mantenemos firmes en el reclamo”, explicó Calderón.
El SOEA también denunció que las empresas del sector aceitero están lejos de cumplir con las demandas salariales de los trabajadores. “Desde hace más de 20 años venimos negociando un salario vital y móvil, que cubra nueve necesidades básicas. Al 31 de diciembre de 2024, ese valor era de cerca de $1,9 millones, pero las empresas ofrecen nada y buscan cambiar los términos de la paritaria. Está muy lejos de lo que nosotros pretendemos”, afirmó Calderón.
La intervención judicial y la huelga en Vicentin reflejan la profundidad de la crisis que atraviesa la empresa, que en 2020 protagonizó el mayor default de la historia argentina. Mientras los trabajadores exigen el pago de sus salarios y mejoras en las condiciones laborales, la empresa busca estabilizar su situación financiera para seguir operando.