La realidad que atraviesa Argentina disparó los niveles de pobreza e indigencia a cifras comparables a las de la crisis del 2001. Según datos recientes del INDEC, el 52,9% de la población se encuentra en situación de pobreza, lo que significa un aumento de más de 5 millones de personas en solo seis meses. La indigencia, que afecta al 18,1% de los argentinos, muestra un incremento aún más preocupante, con casi 3 millones de personas cayendo bajo esta línea desde fines de 2023
El primer semestre de 2024 trajo consigo un fuerte incremento en los índices de pobreza y de indigencia en Argentina. Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 52,9% de la población, lo que equivale a 25 millones de personas, se encuentra bajo la línea de pobreza, marcando un aumento de 11,2 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2023.
El informe también reveló que el 18,1% de la población no logra cubrir siquiera los costos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), cifra que define el umbral de la indigencia. Esta tasa refleja un crecimiento de 6,2 puntos porcentuales en relación con el semestre anterior, lo que implica que casi 3 millones de personas cayeron en la indigencia en solo seis meses.
Uno de los factores principales que explican este dramático incremento es el estancamiento de los ingresos frente a una inflación galopante. Según datos del SIPA, los salarios formales crecieron un 243% interanual, muy por debajo del aumento del 295% de la CBA, lo que deterioró aún más el poder adquisitivo de los trabajadores formales. Esta brecha también se observó en las jubilaciones mínimas, que subieron un 203%, es decir, 92 puntos menos que el costo de los alimentos esenciales.
Los niños y adolescentes son los más afectados por esta crisis. El informe del INDEC señala que el 66,1% de las personas de entre 0 y 14 años viven en hogares pobres, una estadística que pone en evidencia la vulnerabilidad de los sectores más jóvenes. Las regiones más afectadas son el Noreste (NEA) y el Noroeste (NOA), donde la pobreza afecta a más del 57% de la población(
La situación actual se compara con el colapso económico de principios del siglo XXI, que llevó al país a una de las peores crisis de su historia. En ese momento, la pobreza y la indigencia alcanzaron niveles similares a los observados en la actualidad. La falta de actualización de los ingresos, combinada con una inflación descontrolada, han generado una crisis que golpea con más fuerza a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Aunque se espera que la inflación desacelere y que los salarios recuperen algo de terreno perdido, la brecha actual entre ingresos y precios básicos es profunda, y el impacto de la crisis ya se hace sentir de manera masiva en todo el país.