Según un informe del Laboratorio del Salario de la Docencia Universitaria, los acuerdos paritarios no lograron revertir la tendencia hacia la pérdida del poder adquisitivo de los docentes universitarios. Mario Bortolotto, integrante del laboratorio, afirmó que la pérdida en tres meses de gestión de Milei igualó la de los últimos ocho años
Durante los últimos años, los salarios de la docencia universitaria experimentaron una caída significativa, agravada en los primeros meses del gobierno de Javier Milei. Según un informe del Laboratorio del Salario de la Docencia Universitaria, los acuerdos paritarios no lograron revertir la tendencia hacia la pérdida del poder adquisitivo. Mario Bortolotto, integrante del laboratorio, denunció que la pérdida en tres meses de gestión de Milei igualó la de los últimos ocho años, en diálogo con La Marca de la Almohada.
Mario Bortolotto, representante del Laboratorio del Salario de la Docencia Universitaria, advirtió que el salario de numerosos docentes con dedicación de 40 horas semanales se sitúa por debajo de la línea de pobreza. “Desde el laboratorio que funciona desde el 2021, manifestamos un nuevo documento que habla de la pérdida del poder adquisitivo”, afirmó, subrayando la situación crítica que atraviesa el sector.
El informe detalló que, desde fines de 2015, la docencia universitaria experimenta cómo su poder adquisitivo se erosiona. Con el gobierno de Mauricio Macri, la pérdida alcanzó el 23%, y durante la gestión de Alberto Fernández, sumó otro 5%. Sin embargo, fue con el gobierno de Milei que se produjo una aceleración sin precedentes: “En los primeros tres meses, la pérdida fue del 30 por ciento”, señaló Bortolotto. Esta depreciación, equivalente a 2,7 salarios actuales, dejó a muchos docentes trabajando prácticamente gratis durante tres de los últimos ocho meses.
Bortolotto también destacó la situación particular de los docentes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde más del 60% de los cargos corresponden a las categorías más bajas. “Más del 50 por ciento de los docentes no alcanzan la canasta básica”, expresó, haciendo hincapié en que siendo ayudante con 20 años de antigüedad recién se puede cubrir lo que el INDEC define como canasta básica elemental.
El informe concluye que para recuperar el poder adquisitivo perdido desde noviembre de 2015, sería necesario un aumento salarial del 83% sobre los salarios de julio de 2024. Este panorama refleja una profunda crisis en la universidad, donde los salarios de pobreza se volvieron la norma, afectando gravemente a la comunidad académica.