La inflación se desaceleró en Argentina tras la devaluación inicial del gobierno de Javier Milei, pero el costo resultó en recesión, el aumento del desempleo, la caída de los salarios y un control rígido del tipo de cambio, expresó Lavih Abraham en La Marca de la Almohada
Luego del salto de precios generado por la devaluación inicial implementada por el gobierno de Javier Milei, la inflación se comenzó a amainar. Lavih Abraham, economista e integrante del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, señaló en entrevista con La Marca de la Almohada que esta moderación de la inflación era esperada en un contexto de recesión, aumento del desempleo, caída de los salarios y un control de la nominalidad del tipo de cambio. Sin embargo, advirtió que “el éxito contra la inflación es tan frágil como la situación del sector externo que presiona sobre el dólar”.
La pérdida del poder adquisitivo durante el gobierno de Milei es significativa. Abraham explicó que, en promedio, cada trabajador perdió casi $500,000 en sólo cinco meses. Para comparar, durante el gobierno de Mauricio Macri, la pérdida acumulada a esta altura del mandato había sido de $342,000 por trabajador en moneda actual. Esta caída salarial implicó una transferencia de 12.4 billones de pesos, donde 8.8 billones salieron del bolsillo de los trabajadores. El Estado, por su parte, dejó de percibir 2.7 billones en aportes y contribuciones, afectando también a las obras sociales y los sindicatos.
El mercado no reaccionó favorablemente a los recientes anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. El dólar blue subió a 1,405 pesos, el Riesgo País superó los 1,500 puntos y las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street cayeron hasta un 10%. Esta es la primera reacción del mercado a la conferencia en la que se anunció la segunda fase del programa de estabilización económica, que se centrará en el saneamiento del balance del Banco Central. Sin embargo, aún no se detalló de dónde surgirán los dólares necesarios para acumular reservas y salir del cepo cambiario.
Según Abraham, la enorme transferencia de ingresos afecta principalmente a los trabajadores, mientras que ciertos sectores empresariales, financieros y exportadores resultan beneficiados. “Los sectores exportadores vinculados al agro terminaron beneficiándose con la devaluación de diciembre, a pesar de que ahora estén especulando con una nueva devaluación”, indicó.
El desempleo también mostró un incremento. Abraham destacó que, aunque el desempleo en el primer trimestre de 2023 fue del 6.9%, ahora ha subido al 7.7%. La pérdida de puestos de trabajo registrados y no registrados está aumentando, principalmente debido a la caída de la actividad económica. “Hay más presión sobre el mercado de trabajo, con personas que teniendo un empleo buscan otro para compensar la baja del poder adquisitivo”, comentó.
Las expectativas de recuperación económica son bajas. Abraham mencionó que, según encuestas a más de 3,000 empresas, solo el 2% tiene intenciones de contratar más empleados en el futuro cercano. Esto es un indicador preocupante, incluso más bajo que durante la pandemia. “Difícilmente las empresas con capacidad ociosa busquen invertir. La obra pública, que solía ser un motor, está desmantelada, y el enfoque en las exportaciones no es suficiente para balancear el déficit”, concluyó Abraham.