La presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Rosario dio precisiones sobre un sistema que, aclaró, ya funciona en la provincia de Santa Fe y utiliza la obra social Iapos. Desde julio próximo, lo deberán adoptar todas las obras sociales y prestadores privados
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El Ministerio de Salud de la Nación avanzó con la reglamentación del DNU 70/23, a través del Decreto 345/2024, y desde el 1 de julio la implementación de la receta electrónica será obligatoria en todo el país.
El objetivo de esta implementación, explicó el Gobierno, es “mejorar la calidad en la prestación de servicios de salud a los ciudadanos, a través de la eficiencia y la seguridad, facilitando la identificación de los profesionales que prescriben medicamentos”.
La reglamentación contempla la integración y estandarización de las plataformas digitales ya existentes en el sistema, la definición de un diccionario nacional de medicamentos y el seguimiento del tratamiento de los pacientes.
El programa Apuntes y Resumen obtuvo precisiones sobre el nuevo esquema en diálogo con Claudia Varela, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Rosario. “Todos los financiadores y prepagas deben adherir a algún sistema”, explicó la profgesional.
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Varela aclaró: una prescripción médica electrónica “no es una receta hecha con computadora”. Se trata de plataformas que tienen que estar configuradas en un mismo sistema, una base de datos nacional. Cada una deberá homologarse para permitir la trazabilidad de todos los tratamientos, desde los médicos que recetaron un medicamento, hasta las farmacias que lo vendieron y el paciente que lo recibió.
Así, cada obra social debe elegir una de las plataformas homologadas. Sin embargo, ese formato que en poco tiempo será obligatorio, ya se utiliza.
La referenta de los farmacéuticos rosarinos explicó que Pami ya lo tiene, incluso antes de la pandemia. Y agregó que en Santa Fe, los colegios de farmacéuticos desarrollaron uno que ponen a disposición de todos los profesionales de la salud. Ese modelo, agregó, es el que desde hace tiempo utilizan Iapos y otras obras sociales.
Sobre el funcionamiento, Varela detalló que el médico ingresa por internet a una de las plataformas habilitadas, llena los datos del paciente, el diagnóstico y el medicamento y esa información es tomada por la base de datos, que es accesible a los farmacéuticos. En la farmacia, el paciente tiene que dar el número de afiliado o de DNI, y con eso se accede a la prescripción. Una vez que se entrega el medicamento, completó, la receta lo refleja. Se trata de sistemas seguros, destacó, que reducen la posibilidad de falsificaciones o duplicaciones.
