El diputado nacional por Santa Fe Germán Martínez resaltó la improvisación del trámite del proyecto de ley “Bases” en Diputados al punto de que en la sesión especial para debatir el dictamen de mayoría no está claro qué texto se va a poner a consideración. Señaló que quienes están dispuestos a votar a favor del proyecto no pueden argumentar por qué. Los riesgos de los súper poderes para las provincias y el sistema de ciencia y técnica nacional
Martínez, presidente del bloque Unión por la Patria, destacó el “nivel de improvisación absoluta” del oficalismo para el tratamiento de la llamada ley ómnibus. En ese sentido, señaló que tanto la voluntad de sesionar el martes, como la nueva fecha fijada para el miércoles se conocieron por trascendidos que dejaron correr desde los mismos voceros de La Libertad Avanza.
En este panorama de gravedad tanto en forma como en contenido, dijo que “cuesta entender” cómo algunos legisladores aún están dispuestos a cederle al presidente Javier Milei la herramienta de una amplia gama de facultades delegadas. “No hay argumentos” racionales que puedan dar, abundó. Les cuesta, a los denominados “dialoguistas”, justificar su postura ante “la magnitud” de la norma y la característica del Gobierno que la va a utilizar dados los ejemplos recientes de lo que ya está haciendo el Ejecutivop nacional aún sin esas prerrogativas extraordinarias.
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Hay una percepción generalizada en todo el país de que esta mega ley perjudica a las provincias, agregó el diputado por Santa Fe. Y no sólo por el capítulo fiscal que el ministro de Economía, Luis Caputo, retiró del texto que se este miércoles se pondrá a consideración en el recinto.
Un artículo que permanece fuera del foco mediático, ejemplificó, es el quinto. Ese apartado versa sobre la reorganización administrativa del Estado. Algunos de sus incisos, señaló, le permiten al Ejecutivo intervenir todos los organismos públicos. martínes recordó que este mismo lunes, por decreto, el Gobierno intervino el Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones). Y completó: el apartado quinto de la mega ley le va a permitir hacerlo masivamente. Por ejemplo, en los 17 organismos vinculados a la ciencia y la tecnología.
A esa altura, Martínez se pregnutó si el radicalismo, con su historia y con el protagonismo en las universidades nacionales que gobierna, está dispuesto a votarlo. Porque el riesgo involucra además al Inta, el Inti, el Inase (semillas) y el Servicio Meteorológico Nacional, entre otros.
Otro punto sensible para Santa Fe, continuó el legislador peronista, es la habilitación para privatizar la fábrica militar de Fray Luis Beltrán. También, lo referido a los biocombustibles, que afecta a numerosas pymes asentadas en la provincia.
“No hay razones para aprobar esta ley”, resumió. “Es darle una pésima herramienta a un pésimo presidente”, reforzó la idea sobre lo que calificó como “un plan de poder hegemónico”.
No obstante, el referente de la banca de Unión por la Patria destacó que, a diferencia de lo que sucedía hace 15 días, entre los diputados hay mucho más conciencia de lo que está en juego y de los peligros si se aprueba la mega ley.
En este punto, Martínez le reprochó a buena parte de la dirigencia política que protesta en redes sociales y después, a la hora de la acción política, está dispuesta a dar quórum y votar en general la mega ley. Y eso, añadió, en medio de la confusión del contenido que finalmente aparecerá en el recinto el miércoles. En ese sentido, repasó que tras el dictamen del martes pasado, recién el viernes salió publicada la orden del día para el pleno de la Cámara, y el fin de semana circuló un documento con nuevas modificaciones. Lo que abre la duda de qué es lo que se va a tratar en la sesión. Los 55 diputados que firmaron el dictamen de mayoría en el plenario de comisiones, recordó, no sabíen a qué le ponían su rúbrica.