En la Tertulia de Viernes de Apuntes y Resumen analizaron las consecuencias directas e indirectas del cúmulo de medidas contenidas en el decreto firmado por el presidente Javier Milei, que deroga o modifica numerosas leyes conspirando contra los derechos de los argentinos
Del programa de Apuntes y Resumen participaron Damián Verzeñassi, médico especialista en medicina integral, María de los Ángeles Di Capua, docente de la UNR y directora del Centro de Investigaciones y Estudios del Trabajo (CIET), Mica Ramos, integrante de la Comisión directiva de Sadop, y Rita Colli, titular del Sindicato Argentino de Amas de Casa, màs Pedro Peretti, ex titular de Federación Agraria Argentina.
Para Rita Colli, la sensación es la de volver al punto cero, remontarse en el pasado 60 a 70 años. Un fenómeno, dijo, cíclico: los mismos actores con los mismos discursos y medidas. Y no sólo con la voluntad de destrozar la economía sino, agregó, disfrutando del daño causado a los sectores que son afectados por las decisiones del Gobierno.
En ese punto, puso como ejemplo la reducción de la licencia por maternidad de 90 a 45 días, “con la carga de perversión” que eso significa.
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Otra característica de los contenidos del DNU, aportó Mica Ramos, es que en muchos ítems las desregulaciones son presentadas como una “opción” individual, desconociendo el escenario desigual en el que se encuentran los protagonistas. La integrante de Sadop señaló que los integrantes del Ejecutivo se comportan como si los asistiera un derecho por ser dueños de las riquezas, cuando en gran medida la que ostentan la hicieron robando.
DAmián Verseñazzi hizo eje en el aspecto de la salud, en su amplia asepción. Son muy pocos los artículos que no afectan directamente a la salud y a la vida, destacó.
De vuelta sobre el que modifica la licencia por maternidad, resaltó que versa, entre otras disposiciones, sobre un derecho que garantiza a la persona gestante poder acompañar a su hijo/a en el proceso de alimentación durante los primeros mil días, pero sobre todo en los primeros seis meses, con la tranquilidad necesaria. “Lo más básico es respirar, tomar agua y alimentarnos”, recalcó. Y continuó: una sociedad que no puede alimentarse correctamente en los primeros seis meses de su vida por la leche materna, que es el único alimento correcto, es una que no garantiza al individuo su desarrollo neurológico ye inmunologogica.
El DNU “pega debajo de la línea de flotación”, recalcó Verseñazzi, porque impide la construcción de una sociedad saludable. Y variops de sus puntos implican la pérdida de la calidad del aire, del agua y los alimentos de los argentinos.
Entre otras cosas, añadió el médico, lo que hace es negar la potestad sobre el suelo propio, en referncia a la derogación de la llamada ley de tierras. “Es la lógica de que el territorio es mío y hago lo que quiero, y si quiero prender fuego todo para transformar un monte que genera oxígeno y filtra los cursos de agua en un espacio para producir comoditis para exportar, retiradas las restricciones, no hay forma de impedirlo”, refirió sobre una experiencia que atraviesan periódicamente los rosarinos como consecuencia de las quemas en las islas para actividades ganaderas o siembra.
La eliminación de ley de góndolas y de compre argentino, completó Verseñazzi, es la garantía de que no se podrá acceder a la comida, ni siquiera a la saludable, a cualquiera. Y más grave, siguió, en momentos en que el mundo sufre dos grandes problemas: la crisis hídrica y la de alimentos. Con el mega DNU, cerró, se regala el acceso a los cursos de agua y la tierra necesaria para producir alimentos.
María de los Ángeles Di Capua interpretó que los artículos desconocen voluntariamente que operan sobre una sociedad desigual. Y el texto entero, dijo, apunta a minar todo lo relativo a lo colectivo y lo social. A romper lazos sociales. Eso, enfatizó, ni siquiera es liberal, es preliberal. Porque en el siglo XIX el Estado actuaba en beneficio de las clases dominante, pero al menos generaba un marco regulatorio. “Ahora ni siquiera eso, es la anomia”, comparó. Se impulsa un darwinismo social, la ley del más fuerte.
No obstante, consideró que en la sociedad argentina hay un capital social, más allá de haber sido golpeado en las elecciones, que tiene potencial de resistencia. En ese punto, añadió que el 55% de los votos que obtuvo Milei en el balotaje le da legitimidad para ser presidente, pero no para arrasar con lo colectivo. Y el freno a ese avance, recalcó, es precisamente la política, las agremiaciones, los colectivos, las organizaciones sociales.
Mica Ramos continuò sobre ese eje: la voluntad del actual Gobierno es romper el tejido social, porque ese es el modo de desarticular todo tipo de organización que hace posible la resistencia y la construcción posterior. Aclaró que esta circunstancia no es espontánea, sino que es un proceso que se da de continuo y hace eclosión en algunos momentos, como este. En esa lógica se inscribe el protocolo “antipiquetes” pergeñado pro la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que va contra los escenarios elementales de la protesta, porque “ante quién es la queja sino ante otros”, y por lo tanto se da en el espacio público.
Verseñazzi recordó que el presidente explicitó en su discurso de presentación del DNU que el problema es lo colectivo. “Cuando en realidad no estamos peor gracias a lo colectivo”, replicó el paradigma libertario.