La Tertulia de Viernes se enfocó en el escenario que ven referentes de los actores sociales de Rosario ante el próximo Gobierno que encabezará Javier Milei. La preocupación por los anuncios de medidas o intenciones, y de autocrítica para revisar cómo se llegó a una elección popular tan disruptiva
El programa especial de Apuntes y Resumen transcurrió en pleno tembladeral de las negociaciones para ocupar las primeras líneas en la gestión que iniciará el 10 de diciembre, con entradas y salidas de apellidos y un color que viró del violeta libertario al amarillo macrista.
En el estudio de Radio Universidad estuvieron presentes Romina Mazzadi Arro, directora de teatro y dramaturga, el integrante del gremio médico Amra Pablo Crispo, la militante de Mumalá Gabriela Sosa, el referente del Frente de Inquilinos Nire Roldán y Rubén Palumbo, del Colegio de Arquitectos y Arquitectas de Santa Fe.
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La democracia se respeta y es una alegría cuando hay comicios, comenzó la dramaturga Mazzadi Arro. Dicho eso, describió que ganó un candidato que “pornográficamente” dijo lo que otros, parecidos en cuanto a orientación política, no dijeron aunque luego ejecutaron: Carlos Menem o Mauricio Macri. Una rareza, porque no endulzó su programa.
La directora teatral admitió que hasta físicamente le impactó, inmediatamente después de la elección general, cómo la candidata que había quedado fuera de la segunda vuelta, Patricia Bullrich, anunció –en obediencia al acuerdo pergeñado por Mauricio Macri– su aporyo al espacio de La libertad Avanza para el balotaje.
Lo que duele, lamentó Mazzadi Arro, es que votó al libertario mucha gente que la pasa mal, que pertenece a minorías sexuales, que ha militado la ley del aborto. Un masivo, graficó, “tiro en el pie”.
Hay que revisar lo que se hizo mal para que pase eso, agregó. Y marcó las diferencias, según su mirada, entre Milei y otros representantes de la centro derecha vernácula. Despierta emociones fuertes, arrastra pasiones, describió. Y hasta es probable que mucha gente que votó en su momento, por ejemplo, a Cristina Fernández, ahora puso en la urna la boleta del fundador de La LIbertad Avanza.
A esas aparentes singularidades, la dramaturga las inscribió en lo que llamó el “climax de la postmodernidad” en el que impera lo corto, lo vacìo, el pensamiento expresado en 140 caracteres. Sin hacer valoraciones morales, completo, se trata de otra configuración del pensamiento, racional medioeval, porque resurgen, por caso, los terraplanistas. Y la fe como guía, ante lo cual, lamentó, “no hay mucho que hacer”.
Nire Roldán señaló que es el tamaño del tsunami lo que preocupa, algo que, estimó, la sociedad democrática aún no tiene claro. En el contexto en el que todos los días aparecen actores nuevos, uno más preocupante que otro. ¿Qué va a pasar en el verano con los ciudadanos y sus derechos”, se preguntó sobre lo inminente.
Aún antes de que se materialicen las medidas de la nueva gestión, Roldán marcó como graves las declaraciones irresponsables de los referentes libertarios. Y en su ámbito de acción, se enfocó en las referidas a la ley de alquileres vigente, reformada días antes apenas, que apuntan a su difícil derogación.
Dichos irresponsables, explicó, porque al día siguiente miles de inquilinos o potenciales inquilinos debieron soportar la presión de las inmobiliarias y de los propietarios, y quedaron atrapados en la incertidumbre de no conseguir techo.
Roldán incorporó el tema puntual en el contexto de globalización y concentración de las actividades económicas y, en especial, de las inmobiliarias. Recordó el ejemplo del plebiscito en Berlín ante el complejo escenario de las viviendas ante el acaparamiento de fondos de inversión y fijación de precios de alquileres abusivos. Uno de los responsables de esa movilización popular y consulta finalmente ganada es, destacó, el fondo especulativo Black Rock, precisamente patrocinador de Milei. Ante ello, la población de la capital alemana votó a favor de que el Estado expropie 240 mil viviendas y las coloque en alquiler con el fin de bajar los precios y desinflar la burbuja que puso en jaque al acceso al techo (en esa ciudad, el 80% de la población alquila).
Roldán avisó que esos negocios globales concentrados, también, tienen en la mira a la Argentina. “No se dan cuenta los propietarios que tienen viviendas, en muchos casos ociosas, que con el crack económico que es probable que llegue los capitales transnacionales llegarán también para comprar a precio vil”.
Si la sorpresa por el resultado del balotaje es legítima, Gabriela Sosa contrastó que en otros aspectos no hay muchas novedades: el negacionismo y el fundamentalismo del achicamiento del Estado, un discurso que no reconoce la existencia de una violencia específica hacia las mujeres y diversidades sexuales, que rechaza la Educación Sexual Integral, que propone derogar la ley del aborto legal. “Este años hubo 219 víctimas de la violencia machista en el país, y 10 en Santa Fe”, contrastó.
El pregonado achicamiento del Estado parece en principio abstracto pero en la práctica es menos herramientas para abordar un problema como la violencia por cuestiones de género, por ejemplo.
Sosa coincidió en la necesidad de hacer una fuerte autocrítica sobre la mala implementación de las políticas públicas que no llegan a los sectores con mayores problemas y un Estado defendido en el discurso pero deficiente en los hechos, como posibles factores del voto. Hubo, estimó, una generalizada percepción negativa del Estado, sin respuestas rápidas, sobre todo en los sectores populares.
Rubén Palumbo se centró en su pertenencia a un colegio profesional. TOdos, explicó, intentan ir más allá de lo específico, mirar a la sociedad, vincular los ejercicios de la profesión con las necesidades de los habitantes y los territorios. Y ya en enero, recordó, el empresario y político macrista Javier Iguacel, de expreso y temprano apoyo a Milei, planteó que había que eliminarlos porque eran burocracia, que es inecesario el tipo de control que asumen.
La extrañeza del arquitecto coindcidió con la del resto de los invitados, y abre las mismas preguntas centradas en “cómo se llegó” al actual escenario político. Muchos profesionales votaron por LLA, admitió. Hasta da miedo preguntar a cada uno, ironizó al respecto. Más cuando detrás de los profesionales está en su gran mayoría una formación en la universidad pública, que amenazaron detonar en su esencia desde La Libertad Avanza.
Al respecto, Palumbo con lo que sucede en las canchas de fútbol: atildadas personas en sus vidas cotidianas que se descontrolan. Milei apeló a ese fenómeno, dijo, y lo puso en clave de que todo mal es lo relacionado con el Estado. Eso, como simplificación falsificadora que no implica desconocer que hay ineficiencia, corrupción y desconección de los sectores sociales a los que tiene que llegar prioritariamente.
Otro profesional, pero de la medicina, aportó desde su especificidad. Pablo Crispo insistió en que la autocrítica del espacio que gobernó desde 2019 debe ser profunda. Porque, estimó, hubo un gran porcentaje de voto castigo.
El programa original de LLA es casi bizarro, repasó Crispo. En su especialidad, señaló la idea de una salud de gestión exclusivamente privada que es inaplicable. EN parte, porque no contempla qué hacer con lo que ya está, con los hospitales municipales o provinciales. Además, porque es mucho más cara la salud privada que la pública. Y como en otros de los temas abordados, más allá de todo lo que hay que rever. Por otra parte, aclaró, aún la salud privada es en parte financiada por el Estado. Sin más, está el Programa Médico Obligatorio que abarca también a las obras sociales para garatizar las prestaciones esenciales.
Si la postura de máxima de privatización asoma por el momento inviable, Crispo alertó que los recortes a la salud pueden ser de extrema gravedad, tanto en términos de salarios de los trabajadores como de insumos médicos e infraestructura para la atención.