El predio de La Calamita, donde funcionó un centro clandestino de detención, podría convertirse en un Museo de la Memoria con la donación de sus actuales propietarios, resta la aprobación de la Legislatura provincial
En un esfuerzo conjunto por preservar la memoria histórica y rendir homenaje a las víctimas de la dictadura militar en Argentina, la agrupación Documenta Baigorria, respaldada por organismos de derechos humanos, está haciendo un llamado urgente para que la Legislatura provincial apruebe la donación con destino específico del predio donde funcionó el centro clandestino de detención La Calamita. La iniciativa, presentada por los actuales propietarios del terreno, está pendiente de tratamiento en la legislatura.
En diálogo con La Marca de la Almohada, Celia Fernández, integrante de Documenta Baigorria, expresó su preocupación y necesidad de celeridad en este proceso. “El predio de La Calamita fue donado por la familia y nos comunicaron la donación a través de una conferencia de prensa de la Secretaría de DDHH y el intendente Adrián Maglia. El tema es que esa donación tiene que ser aceptada por la legislatura provincial”, afirmó Fernández.
La donación con destino específico busca convertir el predio de La Calamita en un “Museo de la Memoria,” un espacio destinado a recordar y reflexionar sobre uno de los períodos más oscuros de la historia argentina: la dictadura militar. Sin embargo, a pesar de su importancia histórica y simbólica, la propuesta enfrenta obstáculos en su proceso de aprobación.
Fernández explicó la situación actual: “El proyecto está hace tiempo en debate, se supone que las comisiones en las que está lo analizarán este miércoles y mañana se votará en la sesión de diputados. No sabemos si eso será así o, en caso de tratarse, si se aprobará”.
La demora en la aprobación suscitó interrogantes sobre por qué se dilató el proceso. Celia Fernández se mostró desconcertada al respecto: “No me explico qué es lo que sucedió, cómo fue que se demoró un año el tratamiento de una aceptación de donación. Los dueños hicieron este trámite dos veces porque al no tratarse se cae”.
La urgencia en la aprobación radica en la necesidad de brindar respuestas a las familias de las aproximadamente 100 personas que estuvieron detenidas-desaparecidas en el centro clandestino de La Calamita durante la dictadura militar. La transformación de este lugar en un Museo de la Memoria serviría como un recordatorio constante de las consecuencias del terrorismo de estado y un tributo a aquellos que sufrieron en ese oscuro período de la historia argentina.
