Una ordenanza fomenta la instalación de proyectos que además de perseguir la rentabilidad, tengan en cuenta el impacto social y ambiental de sus acciones. Los detalles de un caso local.
El Concejo Municipal aprobó una ordenanza que promueve la radicación de empresas de triple impacto en Rosario, una idea que fomenta la rentabilidad de las compañías, pero unida al impacto social y sobre el ambiente de sus actividades. El proyecto presentado por el edil Fabrizio Fiati (Creo) tiene el objetivo de incentivar la instalación y crecimiento de ese tipo de firmas en la ciudad, brindándoles acompañamiento e incorporándolas como beneficiarias del régimen de Compre Local.
“Buscar otorgar estos beneficios surge de reconocer el valor para el tejido social y productivo local de emprendimientos que busquen su buen desempeño económico, al tiempo que persigan un impacto positivo en términos sociales y ambientales“, explicó el concejal. Y recordó que la ordenanza de Compre Trabajo Rosarino estableció un derecho de prioridad a favor de las empresas MIPyMEs con desarrollo, producción y ocupación laboral efectiva en el Departamento Rosario para intervenir en el mercado a través de las compras que realiza el Estado municipal. Este régimen cumple 20 años, fue un instrumento valioso post crisis de 2001 y sirvió para consolidar una mirada en favor de unidades productivas locales.
Ahora, en un contexto global de búsqueda de iniciativas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, donde se priorizan también las acciones locales, la ordenanza busca avanzar hacia un sistema en el que las empresas no solamente compitan para ser las mejores del mercado sino también las mejores para las personas y el ambiente. “Apostamos a promover una nueva cultura empresarial en la ciudad. Se trata de un movimiento que observa las prácticas de los distintos niveles del Estado y busca producir transformaciones a través de las contrataciones y finanzas públicas sostenibles, lo que implica al definir una operación analizar más allá de la oferta numérica, darle valor a los impactos que producen las prácticas de las empresas”, apuntó Fiatti.
La ordenanza aprobada contempla la creación de un registro para la inscripción de las empresas, que permitirá acceder a un sello local de triple impacto que se equipara, a los fines de los beneficios, a las certificaciones oficiales existentes, Certificación de Impacto B, Certificación de calidad ODS y otras nacionales e internacionales. “Es un mensaje sobre hacia dónde queremos apuntar. Es el reconocimiento del compromiso por el triple impacto, para posicionar a Rosario como una ciudad que fomenta y pretende incentivar esta visión mediante el peso de las compras públicas sostenibles, produciendo un cambio de paradigma en la regulación contable que originariamente se focalizaba sólo en beneficios por radicación, sin dimensionar las prácticas y responsabilidades empresariales”, indicó.
El impulso de este proyecto está relacionado además con el trabajo que ya viene realizando la Municipalidad de Rosario con las Empresas B o de triple impacto, consolidando a la ciudad como un polo de referencia internacional de las nuevas economías. Al año 2022 sobre 129 empresas certificadas como B, 7 eran de la ciudad de Rosario (Rosario Bio Energy, Fixit, Gea Rosario, Pensaer, Ecloud, Smod y Tecso), y la búsqueda es ampliar este universo, mediante un sello y beneficios locales.
Junto a la UNR
Un ejemplo claro de esto es el evento “Acelerar el Impacto”, convocado el 4 de noviembre del año pasado en el Galpón 11, en conjunto con la comunidad de Sistema B y en colaboración con la Universidad Nacional de Rosario, en el marco de la convocatoria nacional anual del Movimiento Global B. Allí pudo observarse muchísimo interés en el sector privado de la ciudad, en la academia, en las instituciones, con una convocatoria muy amplia. El evento tuvo foco en la crisis ambiental y fueron partícipes más de 600 agentes de cambio.
El evento alentó al municipio a tomar el tema como punta de lanza e ir por nuevos encuentros, que seguramente se repita este año en la misma fecha inspirado en la temática de las nuevas economías. “Nos parece muy importante para poder visibilizar el ecosistema que tiene la ciudad en economía circular, en ciencia, en bioeconomía, en tecnología“, dijo Fiatti. Y sumó que “es un ecosistema que requiere de intervenciones estatales para poder escalar, y en eso tenemos que estar siempre cerca para poder brindar herramientas, infraestructura, formación, interrelación o articulación entre distintas empresas, instituciones y la formación de recursos humanos”. A raíz de esto impulsaron el programa de transformación digital, los espacios de robótica en todos los distritos, y el Puerto de la Innovación, con la Tecnoteca.
Un caso local
Tomas Machuca es un joven de 21 años nacido en barrio República de La Sexta. Es reconocido por ser el creador del emprendimiento de triple impacto “Fenikks”, que vende canilleras hechas con tapitas de plástico reciclado recolectadas en clubes de barrio. La idea de emprender nació en 2016. Jugaba al fútbol con la esperanza de mejorar la calidad de vida de su familia y le dieron una patada que le rompió las canilleras que tenía. Al no tener dinero para comprar otras, buscó la forma de hacerse unas él mismo. Después de investigar, con una sierra, cortó un balde que encontró tirado en el patio de su casa, le pegó una goma en la parte de atrás, le agregó un diseño que hizo en Paint y, para el siguiente partido, ya tenía sus canilleras nuevas. Cuando las llevó al club, todos le decían: “¿Dónde las compraste? Están buenísimas”.
Así, mediante prueba y error con diferentes materiales, técnicas y maquinaria, desarrolló las Fenikks. Cada una de las canilleras está confeccionada con 65 tapitas de botellas 100% recicladas. Cada par le da una vida útil a 160 gramos de residuos. Poseen un diseño ergonómico para optimizar calce y comodidad. Tienen un color modificable y único a partir del material utilizado.
Actualmente el proyecto busca escalar operativamente, tanto en el equipo como en la estructura comercial. Además, están pasando por un proceso de incubación para posterior aceleración e internacionalización del proyecto, ya que actualmente venden a todo el país desde la tienda online de su Instagram, pero tienen el objetivo de expandirse por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. El emprendimiento cuenta con más de 50 clubes de fútbol de barrio pero también grandes (entre ellos, River Plate) que funcionan como puntos de recolección de las tapitas de plástico. A sus labores deportivas, Machuca les suma la de educar en el reciclaje, enseñando a separar los residuos para transformarlos.
Uno de los principales focos de la iniciativa está puesto en la inclusión. Es por eso que, este año, presentaron oficialmente la fundación “Fenikks Fútbol”, donde se brindan actividades deportivas como medio de contención y prevención de las problemáticas de drogadicción y delincuencia destinadas a jóvenes y niños del barrio República de la Sexta. Como su misión es atraer e impulsar a la próxima generación de líderes de proyectos de impacto, están llevando adelante el programa Ecolíderes en los 50 clubes.
“Avanzar en la promoción de las empresas de triple impacto en la ciudad es avanzar en el fomento de una economía más justa, equitativa y regenerativa para las personas y el planeta“, cerró Fiatti.