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Parate en Acindar y su impacto regional: “Se aplican las mismas recetas y tenemos los mismos resultados”

El intendente de Villa Constitución, Jorge Berti, alertó que la suspensión de 500 operarios afecta a toda la economía local. La empresa bajó su producción a niveles mínimos y acumula excedentes por falta de demanda. Reclaman apoyo del Estado ante la caída de la obra pública, el consumo privado y el posible ingreso de acero importado


El sábado pasado, la siderúrgica Acindar —controlada por el grupo indio Arcelor Mittal— paralizó casi por completo su planta de Villa Constitución, dejando a 500 trabajadores suspendidos hasta al menos el lunes 4 de agosto. La decisión, motivada por el desplome de la demanda de acero en el país y la persistente paralización de la obra pública, profundiza la crisis industrial en el sur santafesino. El intendente local, Jorge Berti, cuestionó la falta de respuestas estructurales y advirtió por las consecuencias sociales y económicas de la medida.

“Esto no es nuevo, lo nuevo sería aprender. Se aplican las mismas recetas y tenemos los mismos resultados”, expresó Berti en diálogo con La Marca de la Almohada. Según detalló, las actuales suspensiones afectan a una cuarta parte del personal de la planta y arrastran al resto del entramado económico de la región. “Es un momento muy complejo, más allá de que el gremio logró negociar una paga por estos días. No sabemos qué va a pasar después”, agregó.

Acindar pasó de producir entre 100.000 y 120.000 toneladas mensuales de acero a solo 50.000 en los últimos meses. La empresa acumula un excedente sin salida comercial de hasta 20.000 toneladas por mes y proyecta una producción de menos de 600.000 toneladas anuales para 2025, la mitad de lo que generaba un año atrás.

“En 2023 la empresa producía 1,2 millones de toneladas. Ahora ya no llegan ni a 600.000 porque se cayeron varios contratos. No solo depende de la obra pública, sino del consumo privado, y la construcción está parada notoriamente”, explicó el intendente. Y remarcó: “Falta que se habilite el ingreso del acero chino y eso le da el golpe de gracia. No hay manera de subsistir así”.

El parate impacta directamente en dos sectores clave: el tren laminador N°1 y el área de reducción directa. Allí trabajan 100 de los 500 operarios suspendidos. El resto corresponde a tareas conexas que quedaron sin actividad al reducirse drásticamente el ritmo de producción.

Berti también alertó sobre la falta de percepción de la gravedad entre algunos sectores: “Algunos trabajadores todavía no tomaron conciencia de lo que está pasando. Se está tomando con resignación y sin conciencia de lo que pasa en el sur de la provincia de Santa Fe”.

La planta, ícono productivo del cordón industrial santafesino, no es la única afectada por el freno del mercado interno. Empresas como Ternium, Tenaris y Aluar también enfrentan dificultades similares. Pero el caso de Acindar tiene un fuerte componente local: es el principal motor económico de Villa Constitución.

“Estamos pidiendo el acompañamiento de diferentes esferas, desde la provincia hacia abajo. Sabemos que no lo puede resolver solo el gobierno provincial, pero buscamos al menos una salida o un apoyo para atravesar este momento”, insistió.

Para Berti, la raíz del problema está en la lógica de inversión de los capitales extranjeros que hoy controlan la compañía: “Cuando la capacidad operativa baja porque no hay demanda, baja la rentabilidad. Y habrá que ver, porque si no les conviene, bajan la llave y se terminó”.

La incertidumbre sobre el futuro de la planta y de sus trabajadores crece con los días. “Esto ya lo vivimos en Villa Constitución. El problema es que no parece haber voluntad de cambiar el rumbo”, concluyó Berti.