El Secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina y Diputado Nacional de Unión Por La Patria dialogó con Apuntes y Resumen y brindó su parecer sobre el fallo de la Corte Suprema al tiempo que habló sobre procesos judiciales en América Latina, el rol de la burguesía nacional y “el miedo de la política ante las corporaciones”.
La Corte Suprema de justicia confirmó este martes la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad en un fallo unánime de los tres miembros. De esta manera, se ratifica la pena de seis años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos.
Para Yasky con este fallo “patearon un hormiguero que pensaron que estaba muerto; han reactivado al peronismo y generado una especie de movimiento que activo a la militancia y abroqueló a sectores distanciados”.
Al mismo tiempo el legislador mencionó que “tenemos la experiencia de lo que sucedió en Brasil en donde después de dos años presos, Lula llego a ser presidente con el voto popular. Es cierto que con la inhabilitación decretaron una muerte cívica de Cristina Fernández de Kirchner, pero más allá de eso ella va a seguir siendo una figura gravitante en la política nacional y va a seguir incidiendo en los procesos políticos de Argentina”.
PROCESO EN TODA LATINOAMÉRICA. “Este mismo proceso se repetido desde 2009 a la fecha en distintos lugares de América Latina” dijo el sindicalista de la CTA y ejemplificó con “Zelaya en Honduras tras un proceso judicial, luego el mismo destino para Lugo, Correa, Lula y finalmente a Cristina Kirchner”.
Ante estas situaciones reflexiona: “Quien no vea esto no está viendo la realidad porque el poder judicial es el instrumento para la depuración de los populismos y amenazas de la izquierda como dicen desde la Casa Blanca; ahora ya no necesitan militares”.
POLITICOS QUE NO SE ATREVEN. “El fallo es en parte producto de esa derrota en términos de la batalla cultural que incide sobre muchos exponentes de la política y que lo llevan a una suerte de defección. Hay políticos que forman parte del círculo rojo como Macri, otros arribistas que abrevan en pensamientos de derecha y es lógico que estén alineadas al mandato de las grandes corporaciones, a los dueños del poder económico y que aceptan estas políticas y están los otros a los que los llevan a las zonas peligrosas en donde podes ser víctimas de turbulencias si sos Jefe de Estado con denuncias falsas, con acciones demoledoras de medios de comunicación que van construyendo una imagen de tal o cual personaje como villanos de la sociedad”.
“Por eso hay políticos que le tienen miedo a esto, a pesar de que tengan miradas progresistas, pero que en los temas cruciales vos les ves que defeccionan. La fuerza que los atrae es el poder económico que los intenta disciplinar”, reflexiona Yasky.
“Están modelando sociedades con pobreza estructural y el mandato de los poderosos poniendo las reglas de juego”.
AUTOCRÍTICA. “Tenemos que ver autocríticamente lo que pasó cuando fuimos gobierno que subestimamos el poder que enfrentamos, o tomamos atajos estableciendo políticas que nos vieran prolijos, peinados, aseados y con buenos modales”, inició diciendo el legislador peronista.
En su análisis autocrítico mencionó “fueron todos factores que hicieron que confundiéramos la moderación con la vacilación. Muchas políticas que prometíamos en el camino electoral quedaron inconclusas como las de ir a fondo con los cambios para ir contra la pobreza estructural y la desigualdad”.
Al mismo tiempo hizo mención a la famosa frase de CFK proscripta. “Nadie puede ignorar en nuestro país que es proscribir, nadie que este sentado en una banca, que sea político lo puede ignorar y esto le facilita a la tarea a derecha que quiere construir un orden vaciado sin contenido”.
LA BURGUESÍA NACIONAL. “La burguesía nacional argentina trasmuto en una especie de construcción económica que diversifico hacia el sector financiero por la realidad del bimoneratismo en Argentina” analiza Hugo Yasky.
El legislador lo interpreta así “tal vez porque Martínez de Hoz introdujo la valorización financiera como matriz de acumulación y quienes alguna vez pensaron en el desarrollismo, la industria y el mercado interno hoy no lo hacen. Se impuso lo otro y entonces hoy sectores de la burguesía nacional sueñan con tener campos. En contrapartida los industriales de la burguesía brasileña sueñan con sacarse una foto en la puerta de una fábrica y acá sueñan con hacerlo frente a una tranquera”.
