La concentración será esta sábado 3 de mayo en la Plaza San Martín y a las 15 comenzará la movilización hasta el Parque Nacional a la Bandera donde habrá recitales, Djs, lectura del documento, mesas con información y la tradicional feria de emprendedores cannábiques.
El sábado 3 de mayo, se realizará en Rosario, como en distintas ciudades del país y del mundo, que serán escenario de una nueva edición de la Marcha Mundial de la Marihuana (MMM).
Este año, la comunidad cannábica organizada en Asamblea convoca bajo una consigna clara y urgente: Por una nueva ley de drogas con perspectiva de derechos humanos. ¡Basta de personas presas por marihuana!
“La movilización nuclea a usuarixs, cultivadorxs, organizaciones sociales, cuidadorxs, activistas de diversos sectores sociales, profesionales de la salud, pueblos originarios, estudiantes, trabajadores, jubiladxs y personas usuarias terapéuticas. Todas unidas por un reclamo común: el fin de la criminalización del uso, la tenencia y el cultivo de cannabis”, como dicen en un comunicado.
A más de 35 años de la Ley 23.737: es tiempo de cambiar. En Argentina, la Ley de Drogas 23.737 sigue encarcelando, estigmatizando y empujando a la clandestinidad a miles de personas. Su aplicación golpea con especial crudeza a los sectores populares, racializados y feminizados. Mientras el mundo avanza hacia modelos de regulación legal, basados en derechos humanos, salud pública y justicia social, nuestro país insiste en un paradigma punitivo sin sustento ni resultados.
¿QUIÉNES SON LAS VÍCTIMAS DE ESTA LEY?
Cultivadorxs, jóvenes de barrios populares, sometidos a detenciones arbitrarias, requisas violentas y causas por tenencia mínima; mujeres cultivadoras, perseguidas por ejercer tareas de cuidado para sus hijxs,familias y comunidades; usuarixs terapéuticos, que aún con la existencia de la Ley de Cannabis Medicinal (Ley 27.350), enfrentan trabas burocráticas, criminalización y riesgo de encarcelamiento; comunidades indígenas y rurales, judicializadas por prácticas culturales y espirituales con plantas sagradas; personas trans, no binaries y disidencias, blanco frecuente de violencia institucional, incluso cuando usan cannabis como herramienta de salud o sustento; mujeres privadas de libertad, muchas jefas de hogar, detenidas por delitos menores relacionados al consumo o al microtráfico; y personas usuarias de psicofármacos, que encuentran en el cannabis una alternativa menos tóxica, pero son castigadas por elegir cómo cuidar su salud.
LAS ORGANIZACIONES CONVOCANTES EXIGEN:
-Nueva ley de drogas integral, basada en derechos humanos, salud pública, perspectiva de género y justicia social. Basta de personas presas por marihuana.
-Amnistía general y reparación histórica para todas las personas criminalizadas por marihuana.
-Retroactividad de la Ley 27.350, sobreseimiento y cancelación de antecedentes penales y reparación económica para las víctimas del prohibicionismo.
-Regulación federal, cooperativa y comunitaria del cannabis.
-Reconocimiento del trabajo digno del sector del cannabis.
-Acceso gratuito a estrategias de reducción de riesgos y daños.
-Basta de violencia institucional a quienes plantamos identidad. Capacitación obligatoria y con perspectiva de derechos humanos para todas las fuerzas de seguridad, el poder judicial, legislativo y ejecutivo.
-Producción y difusión pública de información científica, empírica y culturalmente situada sobre todas las sustancias.