Más de 100 mil personas colmaron las calles desde Plaza San Martín hasta el Monumento a la Bandera, en una de las movilizaciones más grandes de los últimos años, marcada por reclamos contra el gobierno nacional y en favor de los derechos humanos

Rosario vivió este lunes una nueva marcha multitudinaria por el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia, en el 49° aniversario del golpe cívico-militar de 1976. Las columnas partieron desde Plaza San Martín (Dorrego y Santa Fe) rumbo al Monumento a la Bandera, en una movilización que combinó el reclamo histórico contra la dictadura con fuertes críticas al gobierno nacional y provincial.
La concentración comenzó a formarse desde el mediodía en la plaza San Martín, y para las 16, la cantidad de manifestantes ya desbordaba el lugar. Organizaciones políticas, estudiantiles, sindicales, familias, amigos y hasta hinchas de Central y Newell’s se unieron en un solo grito: “Nunca más”.
La movilización recorrió Dorrego, San Lorenzo, Laprida y Córdoba hasta llegar al Parque Nacional a la Bandera, donde se realizó el acto central. A las 19, el parque estaba colmado, mientras que en la plaza San Martín aún había columnas esperando partir, lo que evidencia la magnitud de la convocatoria.
El contexto político nacional fue protagonista en la movilización. Las consignas en pancartas y discursos reflejaron el rechazo al negacionismo expresado por el gobierno de Javier Milei, así como la preocupación por el desmantelamiento de organismos de derechos humanos.
Uno de los puntos centrales de la protesta fue el reclamo contra los recortes en educación. “Recortar y congelar los presupuestos universitarios es atacar a la democracia. No al recorte universitario. Educación y ciencia públicas y gratuitas para todos”, enfatizaron los manifestantes.
También se expresó un fuerte rechazo al desmantelamiento de los Centros de Memoria y al vaciamiento de ministerios y secretarías que protegen los derechos humanos. “El Estado debe ser garante de derechos, no una maquinaria de represión”, señalaron.
Las recientes represiones a movilizaciones en Buenos Aires, particularmente en defensa de los jubilados, también fueron mencionadas. “No a la judicialización y criminalización de la protesta”, exigieron, junto con el pedido de derogar la ley antiterrorista y todas aquellas normativas que penalicen las manifestaciones sociales.
El documento leído en el acto central trazó una línea histórica desde las luchas por la independencia hasta la actualidad, denunciando: “Tenemos un gobierno nacional que entrega soberanía y riquezas, igual que la dictadura con Martínez de Hoz”. También criticó al gobierno provincial: “Pullaro apoya el Pacto Fiscal y persigue a docentes, mientras el municipio de Javkin colabora con estas políticas”.
En referencia a la situación actual, el texto destacó: “Frente a un gobierno que gobierna por decretos, respondemos con las luchas sindicales, sociales y universitarias”. Además, vinculó explícitamente la memoria de los 30.000 desaparecidos con los conflictos del presente: “Como en los 70, hoy necesitamos unidad para defender la Patria contra esta ultraderecha vendepatria”.
El acto finalizó con un llamado a la unidad de todos los sectores afectados por las políticas de ajuste, manteniendo vivo el legado de las luchas históricas: “Tenemos la memoria de heroicas luchas y la convicción de generaciones que buscaron un país independiente”.
Otro eje de la protesta fue la crítica a la política de odio y discriminación del gobierno nacional. “Rechazamos la discriminación y el odio como política de Estado”, sentenciaron los organizadores, en alusión al discurso que Milei brindó en el Foro de Davos hace dos meses.