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Las ultraderechas en el poder: “Son más payasos que transformadores de la sociedad”

Así lo dijo el politólogo Eduardo Crespo en los micrófonos de Radio UNR en un análisis sobre su advenimiento en el mundo y su impacto en Latinoamérica con exponentes como Jair Bolsonaro y Javier Milei, al tiempo que señala cómo enfrentarlos.

Los procesos políticos que involucran a las ultraderechas se definen como gobiernos que atacan desproporcionadamente a grupos religiosos y de minorías étnicas, grupos LGBT+, políticos y figuras públicas.

En Latinoamérica dos personajes políticos encajan perfectamente con estas características, tanto el ex presidente de Brasil por el Partido Liberal Jair Bolsonaro como el actual primer mandatario argentino de La Libertad Avanza, Javier Milei.

Para Eduardo Crespo, profesor en la Universidad Federal de Río de Janeiro y la Universidad de Moreno en Argentina “en estos tiempos se produce un cambio en las formas de comunicación con haciendo foco en las redes sociales que deben ser mejor comprendidas en su impacto y su forma de promover comportamientos”.

En este sentido señala que “la violencia, fundamentalmente verbal y en Argentina, tiene sus diferencias a las antiguas ultraderechas como el fascismo que buscaban la creación de un mundo nuevo; ahora terminan con un esquema como el de $Libra”.

Crespo manifiesta que las actuales ultraderechas son “pequeños grupos de lumpen vinculados a mafias. Acá no van a crear ningún hombre nuevo con capacidad de realizarse” y lo resume: “Son más payasos que transformadores de la sociedad”.

En Brasil con la irrupción de Bolsonaro en el poder “al principio nos moríamos de miedo, al final nos moríamos de risa y con Milei creo que pueda ocurrir lo mismo”.

En cuento al actual gobierno argentino manifestó que “su capacidad de instaurar una dictadura de ultraderecha la veo limitada, pero si puede ocurrir algo irreversible como es la dolarización por eso debemos estar atentos”.

En este sentido una vía de escape es “tratar de buscar consensos con sectores más amplios como ocurrió en Brasil en donde Lula hizo alianzas con las derechas moderadas”.

Al mismo tiempo llama a la autocrítica a los sectores de centro izquierda y el progresismo cuando afirma que “al gobernar hay cuestiones fundamentales que no pueden desatenderse; desde la estabilidad macroeconómica como agendas de seguridad” y lo amplía: “No hacernos los tontos con la inflación, la seguridad ni ninguno de los temas de las mayorías que no se deben poner por delante de la agenda de las minorías”.

“Desatender la inflación como en Argentina o en Brasil lo que tiene que ver con la inseguridad y sumo a Chile en esto de poner por delante los temas de las minorías por sobre el de las mayorías, eso creo que es un error”, finalizó.