Lo dijo Lavih Abraham, integrante del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (MATE). Explicó que se registraron fuertes aumentos en el rubro vivienda y servicios; y sostuvo que la mayoría de los salarios, principalmente los estatales, han perdido ampliamente contra la inflación.

 “La inflación que dio a conocer el INDEC es en promedio la que venimos teniendo en los últimos seis meses, entre un 2 y un 3% mensual, y el gobierno apuesta a mantener esos números para lo que queda del año. Pero creo que va a ser muy difícil que siga bajando, en tanto se siga midiendo como se lo hace”, dijo Lavih Abraham, economista del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (MATE).

En ese sentido, el profesional hizo dos salvedades: “Hay uno de los rubros medidos por el Indec que en provincia de Buenos Aires da deflación y es el rubro vestimenta, que en el resto del país dio positivo, pero como siempre son promedios, en la general termina siendo deflacionario. Y en el otro extremo tenemos un aumento de 5 puntos en todo lo relacionado con la vivienda como son los alquileres, las expensas y los servicios. Entonces el porcentaje del 2,2% que dio a conocer el gobierno oculta ese incremento”.

Abraham explicó que “si se mira la inflación anual tenemos que hablar de un 84%, algo que si bien es más baja de la que veníamos teniendo, si ponemos el acento en el rubro vivienda tuvo un aumento del 217% en sólo un año. Y con eso quiero decir que lo que está pasando es que aumentan mucho algunos precios y otros no tanto, y lo que más aumenta es lo que tiene que ver con vivir bajo un techo, principalmente a partir de la desregulación de la ley de alquileres y los servicios. Y esto lleva a que a la mayoría de las familias no les alcance para el resto de las cosas que necesitan a lo largo del mes, entonces aunque no aumenten tanto la ropa y los alimentos no me alcanza para comprarlos”. Y aclaró: “Esto no sólo afecta a los inquilinos sino también a los propietarios ya que se quitaron subsidios a los servicios y al transporte urbano que se usa para ir a trabajar, al colegio, al médico, etcétera”.

Sobre la deflación en el rubro indumentaria, el economista dijo que “es consecuencia de una mezcla de la apertura de exportaciones y el aumento por las dudas que se dio en el último año, cuando no se sabía cuánto iba a valer el dólar. Entonces muchas empresas nacionales se dedican a importar en vez de producir y el costo final tiende a bajar a costa de la pérdida de puestos de trabajo en la industria”.

Al hablar del rubro alimentos, Abraham dijo que “hay una inflación que se va desacelerando y estuvo en el 65% anual entre enero de 2024 y enero de este año. Esto tiene que ver con que lo primero que aumenta son los alimentos y después el resto de las cosas, entonces vemos que este rubro aumentó mucho hace un año atrás y ahora sus precios están acomodados, pero el resto de las cosas todavía está en ese proceso”.

En cuanto a los salarios, desde MATE dicen que “han perdido poder adquisitivo a lo largo de este año teniendo en cuenta que la medición que hace el Indec es un promedio ponderado, es decir que hay cosas que pesan más que otras. Entonces la cuestión es saber cuánto se pondera y eso se hace con una encuesta de hogares que data de 2004, es decir de 20 años atrás cuando los consumos de la población cambiaron mucho. Por ejemplo hace 20 años la gente no gastaba en teléfonos celulares y ahora sí”. No obstante, Abraham aclaró que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “se mide una canasta más actualizada y distinta a la del Indec y este mes arrojó una inflación de más de 3 puntos porque pondera otras cosas y eso es mucho más que el 2% que arroja el gobierno nacional”.