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Milei: “El wokismo es el cáncer que debemos extirpar para recuperar el progreso”

El presidente argentino llamó a reducir la intervención estatal y cuestionó el impacto de la agenda woke en la política, la cultura y las instituciones, proponiendo un retorno a las ideas de la libertad como eje del progreso humano

 

El presidente argentino, Javier Milei, se despachó con un polémico discurso este jueves en el Foro Económico Mundial de Davos, donde centró su intervención en lo que denominó como la “lucha contra la ideología woke” y la “necesidad de reducir drásticamente el tamaño del Estado”. En su exposición, Milei no escatimó palabras para criticar lo que considera un “cáncer cultural” que, según él, afecta al progreso de la humanidad.

El mandatario comenzó su oratoria recordando su participación en el foro hace un año, cuando planteó críticas similares: “Hace un año me paré aquí en soledad y le dije al mundo que estaba equivocado, que Occidente se dirigía al fracaso. Un año después, debo decir que ya no me siento tan solo”. Según Milei, su visión ha ganado aliados en el ámbito internacional, mencionando figuras como Elon Musk, Donald Trump, Georgia Meloni, y Viktor Orbán, a quienes calificó como “compañeros en la lucha por las ideas de la libertad”.

Para Milei, la ideología woke es “el gran yunque” que lastra el progreso occidental. “El propósito del wokismo es penalizar el disenso”, afirmó. En su discurso, enumeró lo que considera los “tentáculos” de esta ideología: feminismo, ecologismo, diversidad, aborto, inmigraciones e ideología de género. A su juicio, todas estas causas han sido “distorsionadas” para justificar la expansión del Estado.

El presidente también cargó contra la justicia social, calificándola como una “idea aberrante” que, según él, se utiliza para justificar la redistribución de la riqueza creada por el capitalismo. En su opinión, conceptos como acceso a la educación, la vivienda o incluso derechos relacionados con internet y el deporte son ejemplos de “deseos transformados en derechos” que aumentan el tamaño del Estado de manera insostenible.

En relación al feminismo, Milei afirmó que el movimiento es “redundante” en Occidente, ya que, según él, “la igualdad ante la ley ya existe”. Además, cuestionó los enfoques actuales sobre la brecha salarial de género y el concepto de femicidio, afirmando que se trata de privilegios disfrazados de igualdad.

Respecto al ambientalismo, el mandatario criticó lo que llamó “fanatismo ecológico” y negó que el cambio climático sea un fenómeno exclusivamente atribuido a la acción humana. “La Tierra ha tenido ciclos de cambio climático mucho antes de que el ser humano existiera”, aseveró.

Milei también abordó el tema del aborto, calificándolo como parte de una “agenda sanguinaria” y vinculándolo a un supuesto temor a la superpoblación. Sobre la diversidad, afirmó que la imposición de políticas inclusivas como los cupos laborales erosiona el mérito.

El presidente criticó las políticas migratorias abiertas, a las que describió como una forma de “colonización inversa” que pone en peligro las tradiciones de Occidente. También vinculó la inmigración con delitos, lo que generó críticas de diversos sectores internacionales.

En cuanto a la ideología de género, Milei afirmó que sus “versiones extremas” representan un abuso infantil y anunció que, con el tiempo, serán vistas como comparables “a los delitos más oscuros de la historia”.

Cerrando su discurso, Milei instó a los líderes mundiales a “extirpar el cáncer del wokismo” y abogó por la drástica reducción del Estado como un camino hacia el progreso. “El único camino hacia el desarrollo humano es devolverle el poder al individuo y desmantelar el Estado parasitario que frena la creatividad y el avance de la humanidad”, concluyó.