A un mes del inicio del ciclo lectivo en la provincia de Santa Fe, los sindicatos reclaman una convocatoria a reunión paritaria con el gobierno provincial, que se había comprometido a a iniciar las negociaciones en enero

A poco más de un mes del inicio de clases en Santa Fe, los gremios docentes siguen esperando la convocatoria oficial a las paritarias para discutir los salarios correspondientes a 2025. Aunque fuentes del gobierno provincial aseguraron que las negociaciones comenzarán este mes, todavía no hay fechas concretas, lo que genera incertidumbre entre los trabajadores del sector.
El ministro de Educación, José Goity, había señalado a principios de enero que las paritarias se desarrollarían en la segunda quincena del mes, pero desde los gremios docentes no han recibido ninguna comunicación formal. “Aún no tenemos información oficial, ni siquiera un contacto informal. Las paritarias se están demorando demasiado”, destacaron desde la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe).
Según el calendario escolar, las clases están programadas para comenzar el 24 de febrero. Los docentes deberán reincorporarse en los primeros días de ese mes, coincidiendo con las votaciones gremiales en las escuelas. Esta superposición de agendas podría añadir presión al desarrollo de las negociaciones.
La relación entre el gobierno provincial y los gremios docentes durante el primer año de gestión estuvo marcada por una serie de conflictos. Entre los puntos más tensos destacan el programa “Asistencia Perfecta”, que promueve la ausencia cero, la extensión horaria implementada en 2024 y los desacuerdos salariales acumulados desde el período anterior.
Los sindicatos denunciaron que en 2024 los docentes sufrieron una pérdida del poder adquisitivo cercana al 30%. Este cálculo incluye un 22,4% del acuerdo salarial de 2023 que nunca fue abonado. “La pérdida es significativa. Es hora de revertir este escenario”, subrayaron desde Amsafe.
Por otro lado, el gremio de Sadop, que representa a los docentes de escuelas privadas, también manifestó su preocupación por la falta de avances. “La demora en la convocatoria refleja un desinterés por las condiciones laborales de los trabajadores de la educación”, señalaron.
Desde el gobierno provincial, las expectativas están puestas en lograr un acuerdo que permita el inicio normal del ciclo lectivo. Sin embargo, los antecedentes de conflicto durante el año pasado plantean un escenario complejo. “El desafío será equilibrar las demandas gremiales con las posibilidades fiscales de la provincia”, indicaron fuentes cercanas al Ejecutivo.