Alejandro Coianiz, presidente de la Cámara Avícola de Santa Fe habló de la implicancia de la importación en la producción de alimentos en diálogo con Apuntes y Resumen. “Competir con Brasil es hacerlo en desventaja”, afirmó.
El gobierno nacional anunció que en 2025 se llevará a cabo la liberación de los controles para importar, algo que ya está pasando desde diciembre cuando el gobierno de Javier Milei amplió el límite de envíos courier (importaciones puerta a puerta) de US$1.000 a US$3.000 por paquete. Además, implementó una exención de aranceles hasta los US$400 para importaciones de uso personal, para cuyo caso solo se pagará IVA.
Ante este panorama se encienden las alertas en distintos sectores productivos de Argentina. Dos de los principales dirigentes industriales, Daniel Funes de Rioja (UIA) y Elio Del Re cuestionaron la política económica del presidente al pedirle que “nivele la cancha” para los empresarios locales ante la apertura de importaciones, una medida que aseguraron que traerá “un impacto negativo” al sector.
Una metáfora parecida expresó a Radio UNR Alejandro Coianiz, presidente de la Cámara Avícola de Santa Fe en relación al posible ingreso de productos alimenticios del exterior, particularmente de Brasil al indicar que “estamos en alerta, si bien se registra un aumento de importaciones, básicamente van a ser desde Brasil, un país netamente exportador con 5 millones de toneladas contra las 200 mil que puede exportar Argentina, si llega carne de Brasil puede hacer un desastre en nuestro mercado”, advirtió el productor avícola.
En este sentido mencionó que esta política a largo plazo “nos lleva al riesgo de los años noventa con empresas que quedan en el camino y no nos darían los costos para competir porque las empresas grandes argentinas son chicas con respecto a las brasileras”.
NIVELAR LA CANCHA. Para el empresario “antes de salir a competir tenemos que acomodar una cancha más equitativa” y pone como ejemplo que “Brasil tiene créditos al sector privado por arriba del 70% del PBI, mientras que aquí estamos apenas cerca del 6%”.
Al mismo tiempo menciona que “volver a tecnificarnos lleva tiempo y no lo podemos hacer de un día para el otro” y finalmente señala como otro de los problemas en la comparativa “la presión impositiva, que en Argentina es de las más altas de Latinoamérica”.
UN PRODUCTO QUE CRECIÓ EN DEMANDA
“Nuestro producto es muy sensible a la oferta y demanda a nivel frigorífico”, dijo Alejandro Coianiz quien afirmó que para el consumo de carne de pollo “fue un buen año” porque se consolidó como la más consumida en Argentina por sobre la carne vacuna. “Tuvimos precios estables durante todo el año con una rentabilidad muy lógica”, dijo.
Al mismo tiempo señala que el sector debe adaptarse “a las reglas del mercado y ser más eficientes. Sin gastar más de lo que podemos hacer”.
El empresario contó que la producción avícola es bastante estable, “con un 5% de la producción nacional ubicándose en tercer lugar luego de Entre Ríos y Buenos Aires” y particularmente en Santa Fe existen nueve empresas de dedicadas al sector y siete frigoríficos en funcionamiento.
Finalmente contó que “se afirmó el consumo de huevos y el mercado en general entendió que es uno de los alimentos con mayor proteína, por lo cual el número aporta un consumo que pasó de 260 huevos por persona y a por arriba de los 300 per cápita”.